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Cómo domar tus temores financieros

como_domar_tus_temores_financieros¿Te paralizas de pánico cuando piensas en una crisis financiera? No, no estás perdiendo la razón. El Factor Miedo que te deja helada no es más que una lagartija que ronda por tu cabeza. ¿La lagartija? Sí, tienes un reptil viviendo en lo más profundo de tu mente. Se llama tu “cerebro reptiliano” y es un remanente de tu pasado genético. Es poderoso y tiene el poder sobre tu botón de pánico interior. Sin embargo, permitir que un cerebro de reptil maneje tus pensamientos es como dejar que un gecko conduzca tu auto. La comprensión de cómo funciona tu cerebro reptiliano puede ayudar a liberarte de esos pensamientos aprensivos.

Los Tres Grandes

Paul MacLean, ex director del Laboratorio del Cerebro y el Comportamiento del Instituto Nacional de Salud, y autor del libro “El cerebro triúnico”, explica que el cerebro humano es en realidad tres en uno. Cada cerebro evolucionó en un proceso distinto de evolución. El cerebro más simple y primitivo es el Complejo-R, o el cerebro reptiliano, por sus similitudes con el cerebro de los reptiles. Controla nuestros instintos básicos de supervivencia y se basa esencialmente en el miedo (sólo piensa en cómo se comportan los reptiles). El segundo cerebro, el sistema límbico, es similar al cerebro en mamíferos menores y es probable que sea el centro de nuestras emociones, la identidad personal y algunos aspectos de la memoria. El tercer cerebro, y el que evolucionó más recientemente, es el neocórtex. Se encarga del pensamiento de alto nivel, memoria verbal, razonamiento complejo y de esas habilidades lingüísticas que nos vienen tan bien y por las que se conoce al Homo sapiens.

No manejes en velocidad miedo

MacLean dice que los tres cerebros operan como “tres computadoras biológicas interconectadas”, y que cada una tiene su propia inteligencia especial, su propia subjetividad, su propio sentido del tiempo y el espacio, su propia memoria, motor y otras funciones. Tal vez pienses que el neocortex gobierna a los otros dos, pero no es así. En cualquier momento, cualquiera de los tres puede dominar a los otros. Esa es una de las razones por las que nosotros los humanos somos tan complejos. Es por esto que es muy importante que no permitas a la lagartija en tu cabeza tomar el volante. Estás dejando a la parte más tonta de tu cerebro tomar tus decisiones.

Tu lagartija interior… oscura y profunda

El cerebro reptiliano, a pesar de su inferioridad, no es ningún pelele. Es tan vital para nuestra existencia que la innovadora educativa e investigadora, Elaine de Beauport, lo llama el cerebro básico. Es la primera parte del cerebro que se desarrolla en el útero. Y se encuentra en lo más profundo de tu mente, por lo que es el último en dañarse. Es la parte de tu cerebro que se encarga de la supervivencia y la perpetuación de la especie. Gobierna las funciones primarias como el ritmo cardíaco, la respiración, la presión sanguínea y la temperatura del cuerpo. También es la parte del cuerpo que coordina tus respuestas automatizadas. Si quieres ver a tu cerebro básico en acción, sal en un día soleado con un espejo en la mano. Observa cómo se dilatan tus pupilas… sin que tú lo pienses. El cerebro básico está programado para responder antes de que tú pienses. ¡Que no se te olvide este dato! La lagartija en tu cabeza te deja en un estado de pánico mucho antes de que puedas reaccionar.

¿Estás alimentando tus miedos?

Cuando le das de comer a algo, esto crece. Cada vez que pones atención a tus miedos estás alimentando a tu lagartija. Cada vez que generalizas sin cotejar con los hechos reales, alimentas a tu lagartija. Cada vez que haces algo por miedo, estás dándole doble porción a tu lagartija.

Cinco preguntas para domar a la lagartija

Como conferencista y asesora, me doy cuenta del impacto que tiene el pensamiento negativo en las compañías y en los individuos. Uno de los pasos más efectivos que puedes tomar es detenerte un momento y cuestionar tus miedos antes de aceptarlos. El cerebro reptiliano reacciona automáticamente con pánico, pero tú eres la jefa de tu cerebro. Cinco preguntas sencillas disminuirán tu miedo.

  • 1.- ¿Por qué tengo miedo en este momento?
  • 2.- ¿Dónde conseguí esa información?
  • 3.- ¿Es esta mi experiencia directa actual?
  • 4.- ¿Necesito reaccionar ahora?
  • 5.- ¿Es un hecho o es Miedo: Una expectativa falsa que parece real?

*Entre más uses esa pregunta, más consciente estarás de cuándo ves el mundo a través del filtro Miedo.

Escrito por: Eli Davidson.

Eli Davidson es columnista de The Huffington Post, oradora motivacional y autora del libro "Funky to Fabulous"

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