Bienestar

Cómo dormir bien

Ocho horas es el estándar que los expertos recomiendan dormir; algunos dicen que con seis horas puede ser suficiente y estudios recientes señalan que hay personas que requieren menos horas para obtener los beneficios. En cualquier caso, una buena noche de sueño nos reabastece de energía, nos ayuda a aclarar la mente y mantener la salud.

Sin embargo, hay ocasiones en que por más que dormimos, sentimos que no descansamos; ocasiones en que nos cuesta conciliar el sueño. Quizá tenemos demasiadas cosas en la cabeza. Nos sentimos ansiosos y no estamos seguros de por qué. Tras días consecutivos en que el sueño parece huir de nosotros, la preocupación por no poder dormir, solo logra aumentar el insomnio.

La falta de sueño tiene efectos tanto en nuestro físico, así como mentales y emocionales. Puede provocar irritabilidad, ansiedad y depresión, afectar nuestro sistema inmunológico, hacer que subamos de peso, que estemos desconcentrados y entorpecidos. ¿Qué hacer entonces?

  • Es necesario aprender a relajarnos después de un largo día, pues el estrés dificulta conciliar el sueño; la meditación puede ayudar.
  • Hacer ejercicio, además de ayudar a tu salud, te ayudará a liberarte de las presiones y favorecerá un mejor descanso.
  • Un baño caliente también puede ayudarte a relajar y desestresarte para dormir mejor.
  • Utiliza ropa cómoda para dormir; encuentra una pijama que te ayude a estar relajado antes de dormir.
  • Un ambiente cómodo y relajante ayudará, para ello asegúrate de que tu entorno esté ordenado y limpio. Así mismo, asegúrate de tener sábanas y cobijas agradables que te motiven a tener un buen descanso.
  • Apaga todas las luces de tu cuarto y cualquier fuente de luz. Cuando el cerebro percibe luz, nos cuesta más trabajo dormir. Así que apaga todo.
  • Apagar la tele ayuda, pero de ser posible sácala de tu cuarto. La tele nos distrae muy fácilmente y evita que descansemos bien.
  • Guarda los relojes o ponlos de cara a la pared; si tienes problemas para dormir o te despiertas a mitad de la noche, ver la hora sólo conseguirá aumentar tu ansiedad.
  • Los colores de tu cuarto también pueden influir en tu sueño. Un estudio británico analizó la influencia del color y sus resultados señalan que los cuartos de color gris, café o púrpura son los que menos favorecen dormir; mientras que las personas que duermen en un cuarto con paredes azules, son las que suelen tener noches más largas de sueño.
  • Toma una cena ligera, lo suficiente para que no te despiertes con hambre a mitad de la noche.
  • A veces, el colchón puede ser el que esté provocando dificultades para dormir. La recomendación es cambiar de colchón cada cinco o siete años.
  • Si sigues sin poder conciliar el sueño y temes sufrir algún trastorno del sueño, visita a tu médico.

Escrito por: Elena Pedrozo

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