A menudo, lo que más se interpone entre nuestro peso ideal y nosotros es ese deseo irrefrenable de comida. Y es que comer es delicioso, tanto que a veces lo hacemos sin tener hambre.
Uno de los principales problemas es la idea de que tenemos que dejar de comer para bajar de peso; pues si bien, es necesario aprender a vigilar lo que comemos, no significa que no podamos disfrutar de la comida e incluir opciones deliciosas y saludables en nuestra dieta.
Pero no sólo se trata de la ansiedad que produce eliminar alimentos, sino de que a menudo son otras las razones y no el hambre, lo que nos lleva a comer: depresión, aburrimiento, estrés. Nuestras emociones tienen un gran impacto en la decisión de llevar algo a la boca. Y es por eso que resulta tan difícil combatir esos antojos; no sólo se trata de la comida, sino de lo que esa comida representa para nosotros.
- Lo primero es preguntarte si verdaderamente tienes hambre; ahondar en las razones detrás de tu antojo te ayudará a lidiar mejor con éste.
- A veces confundimos hambre con sed; tomar agua puede ser la solución.
- Si te sientes estresado, intenta despejar tu mente con alguna otra actividad como hacer ejercicio, jugar con tu perro o salir a dar una caminata.
- Hacer ejercicio es una excelente opción para obtener la dopamina, que estamos buscando en los alimentos, y nos ayuda a bajar de peso.
- Dormir un rato también puede ayudar: de acuerdo con algunos estudios, la falta de sueño puede provocar antojos debido a que nuestros niveles de leptina y grelina (hormonas que controlan el apetito) se ven afectadas por el cansancio.
- Cuando suprimimos alimentos de nuestra dieta, la idea de que son prohibidos puede influir en que tengamos un mayor antojo. La mejor opción sería moderar nuestro consumo de esos alimentos, en lugar de eliminarlos por completo. Así la ansiedad será menor.
- Una forma de restarle poder a los antojos sobre ti, es aceptar que los tienes. El esfuerzo por ignorar los antojos puede ser más difícil de resistir que la aceptación; admite que tienes un antojo para decidir no caer en él.
- A veces, detrás del antojo existe la necesidad de obtener algún nutriente; nuestro cuerpo lo pide. En tal caso, conviene buscar las opciones más saludables para cubrir el antojo. Los antojos nocturnos, a menudo tienen que ver con falta de alimento a lo largo del día, por lo que la mejor opción para evitarlos, es comer balanceadamente en el transcurso del día.
