Es normal que todos pasemos por ésta etapa en la adolescencia, que tengamos el deseo por hacer un cambio en nuestra personalidad que nos identifiquen ya sea en el cabello, ropa, lenguaje y para muchos con tatuajes o piercings. Sin embargo en la adolescencia no hay una madurez de consciencia de lo que pasara con estos que son para siempre, así que es bueno hablarlo con los hijos y compartir experiencias y así tomen una buena decisión.
Los tatuajes y piercings son formas de expresión desde la antigüedad, en grupos, tribus, personajes etc. pero en la actualidad se ha convertido en la “nueva moda” que colocan en cualquier parte del cuerpo, incluyendo orejas, lengua, pezones, piernas, que ha sido un boom en todo el mundo.
Ya es normal que cualquier persona porte un tatuaje o un piercing, sin embargo puede ocasionar problemas sociales y psicológicos a futuro, ya que no son sólo en la adolescencia, son marcas de por vida lo cual trasciende a las siguientes generaciones que se compartirán con el entorno, por lo que es importante plantearles a los jóvenes que problemas pueden causar.
Algunos de los problemas son:
Se sabe que en estos tiempos los tatuajes y los piercings son vistos como un accesorio más, pero no para todo lo es, al igual que en un trabajo; a veces no puede ser permitido que sea visible por la “imagen de la empresa”; si no se tiene la limpieza adecuada se pueden infectar y los más importante, hay que considerar que la piel no simpe lucirá igual.
Una vez discutidos estos temas el adolescente o los padres, sobre los tatuajes y piercings, deberán averiguar con anticipación dónde hacerlos, cuanto cuestan, si el lugar cuenta con higiene y si el material que utilizan sean nuevo. En los lugares oficiales le pedirán documentación si son mayores de edad o cuentan con el permiso de su tuto de ser así se debió de haber tomado la decisión previamente.
A veces es complicado abordar estos temas y más en la adolescencia pero si se tiene la confianza suficiente y comunicación esto facilitara la decisión y es bueno poner de ejemplo que el cabello puede cambiar de color infinidad de veces y no hay problema pero un tatuaje y un piercing es para siempre y que requieren de muchos cuidados y responsabilidades.
Bien pueden considerar hacérselo en lugares no tan visibles para que en un futuro no haya arrepentimiento y si es necesario busquen un retoque, pero con una perspectiva más madura de la vida y de las consecuencias de portarlos.
Y por último no olvidar que alguna vez fuimos adolescentes y también deseamos “adornos” , tatuajes y piercings en nuestro cuerpo para crear una personalidad independiente y original, que ahora es momento de compartir con nuestros hijos adolescentes y darles una orientación con responsabilidad.