Escrito por: Angélica Hernández
Cuantas veces no hemos oído que debemos perdonar al que nos hizo algo, como por ejemplo a una madre que le mataron a su hijo, a otra persona que su marido la golpeaba y le dio malos tratos por muchos, muchos años, o a esa compañera o vecina que todos los días nos esta haciendo una maldad y que no nos deja vivir en paz. Todos tenemos en nuestra vida algo que perdonarles a los demás.
Pero bien, aquí no se trata de buscar a esa persona y decirle te perdono por que mataste a mi hijo, no a nadie tenemos que ir a buscar, como les decía siempre nos dicen debes de perdonar para que no cargues con eso pero nadie absolutamente nadie te dice cómo y el perdonar es muy complejo, diría yo difícil cuando existe el dolor en nuestro interior.
En esta época de recogimiento espiritual que nos da estas fechas de navidad lo podemos intentar, aunque puede ser en cualquier época, yo te diré un secreto que nadie te enseña y que a mí me funcionó, ya que yo venía sintiendo mucho dolor en mi corazón, mucho coraje y odio hacia una persona que me hizo mucho daño, esta persona es mi propia hermana desde niña me hacía muchas cosas para que a mí me regañaran y me pegaran mis padres y ahora de grande ella que es mamá les ha enseñado a sus hijos a guardarme mucho odio, y bueno, hay unos puntos aquí que me voy a saltar eso no nos debe de importar, el daño que esta persona provoco dentro de mí puede crecer y transformarse en cáncer y eso está comprobado. Bueno a continuación daré unos puntos que debemos tomar en cuenta para quitarnos ese odio, ese dolor, esa amargura dentro de nosotros mismos el que nos sintamos tristes, enojados, enfermos o hasta el grado de querer suicidarnos.
Primer punto:- No te sientas inferior a esa persona que te ha hecho mucho daño por mucho tiempo sea cual sea la causa.
Segundo punto.- Piensa en ti como una persona única en este planeta, en el universo mismo que este es tu espacio y tu lugar y que nadie te puede hacer daño, nadie y cuando digo nadie es ni tú misma te puedes dañar más, entonces menos una persona ajena, ya no lo permitirás nunca mas.
Tercer punto y el mas importante.- Imagínate, únicamente lo vas a imaginar, que tienes a esa persona enfrente de ti y decirle te amo, te libero de todo lo que me has hecho pero aléjate de mí en este preciso momento le perdonas pero no por ella, si no por ti misma, la perdonas porque tú eres una persona de luz que seguirá brillando y no te opacará mas, todo lo que hagas en mi contra ya no me afectará, Yo te perdono porque me amo y mi vida vale mas que lo que tú destruyas, ahí podrás decirle todo el daño que te hizo, llora si quieres pero que sea la última vez que lo hagas, acuérdate amiga que el perdonar es para tu interior, no para el interior de esta persona, tú te liberarás y no cargarás mas con ese dolor que te produjo el daño que, por años tú lo sabes te ha provocado, la pérdida tan amada que tuviste, los insultos y golpes que por años recibiste te liberarás de verdad y cuando vuelvas a ver a esa persona ya no podrá tocarte, dañarte, lastimarte así aunque siga insultando o restregándote en la cara su odio, tú libérala, no cargues con nada de eso nuevamente, déjalo si es posible, ora por esa persona pero siempre pide que se aleje de tu vida por que té en eso has ascendido a otra parte de este universo donde esta persona no puede estar, me refiero en el mismo plano. Ahora bien nada de esto es fácil te lo dije, pero sabes cuando se torna fácil y accesible cuando te empiezas a ver como una persona única, valiosa, especial que te amas y que vales mucho para no seguir permitiendo que esa persona te arrastre a su odio, a su soledad.
No, nunca mas lo volverás a permitir después de que hagas esto a conciencia es decir si en la primera no puedes y no logras obtener tu liberación en la segunda, tercera ya verás pronto llega, recuerda hay un dicho no hay mal que dure cien años y cuerpo que lo resista
En teoría te puedo decir a mí me funcionó, te contaré mi experiencia de liberación. Cuando a mí me ocurrió lo dudaba mucho, no creía que pasaría, pero conforme fui imaginándola y en eso imaginaba todo lo que me hizo por años y años llore, grite, se descargo en mí todo ese dolor guardado, no me pregunto mas por qué era y es así, ya que sigue dando lata, pero a mí no me importo mas los motivos de ella ni me interesan, porque no voy a caer en su juego nunca mas, ahora cuando la veo me saca la vuelta y doy gracias a Dios y me siento segura y protegida. Ya no le dirijo el habla, pero ni hace falta, me voy cuando llega y no la tomo en cuenta. Acuérdate no estamos en el mismo plano aunque físicamente sí lo estamos, pero en el plano de amor, de inteligencia, de liberación no lo estamos. Por eso mismo ya no podrá dañarme mas, No lo permitiré.
