La piel de un bebé es muy delicada y es común que durante los primeros meses presente algunas reacciones diversas. Es ideal que las mamás estén al pendiente de detectar si algo así surge para poder dar tratamiento adecuado.
La palabra dermatitis significa ‘inflamación de la piel’ y generalmente se puede observar como un enrojecimiento de la piel y posteriormente una sequedad.
Las razones por las que puede surgir una dermatitis son diversas:
· Una alergia alimentaria, por ejemplo, puede causar que el bebé presente inflamación en la piel. En el caso específico de la Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV), el cuadro se puede acompañar de diarrea principalmente, llantos excesivos por cólico y vómito causados por una reacción exagerada del sistema inmune a esta proteína.
La APLV es la alergia alimentaria más común en los bebés, pues es una de las primeras proteínas (diferentes a las que provienen de la leche materna) a las que se enfrenta un lactante. Ante esta situación, lo ideal es continuar con la lactancia materna, y que la madre elimine productos lácteos de su dieta.
Existen casos, en donde por alguna razón, la madre no ha alimentado a su bebe al seno materno o bien suspende la lactancia; por lo que existen fórmulas infantiles para necesidades especiales de nutrición, extensamente hidrolizadas. Esto significa que fragmentan en pequeñas partes la proteína de leche de vaca para que el sistema inmune del bebé no reaccione contra ella y la asimile mejor. En la mayoría de los casos, esto ayuda a terminar con los síntomas, incluidos los cutáneos.[1]
· Una dermatitis por irritación, también conocida como dermatitis por contacto, se produce cuando el bebé está en constante contacto con sustancias u objetos que producen una especie de rozadura, por ejemplo la ropa, alguna crema, algún jabón e incluso su propio sudor.
Es ideal detectar qué es lo que está causando la dermatitis y eliminarlo del contacto del pequeño o cambiar sus productos de uso diario.
· La dermatitis seborreica o costra láctea se presenta en los primeros meses de vida, principalmente en áreas grasosas como el cuero cabelludo, la cara o dentro del oído[2] y puede ocurrir con o sin enrojecimiento cutáneo.
La dermatitis seborreica es una afección cutánea común en los bebés que provoca que se formen escamas, que van de blancas a amarillentas ocasionadas por un exceso de producción de grasa. Es recomendable bañar diariamente al bebé con jabón neutro o utilizar algún champú especial y utilizar cremas emolientes. En casos extremos, te recomendamos acudir al médico.
· El caso de la dermatitis atópica afecta a muchos bebés, se nota en el enrojecimiento y presencia de granitos en diferentes zonas del cuerpo, como los pliegues de los codos, rodillas y cuello.[3] El término atópico se refiere a la condición hereditaria de una persona que presenta reacciones alérgicas con una frecuencia anormalmente elevada.
Esta alergia o hipersensibilidad se puede desencadenar por diversos factores, como el medio ambiente o algún tipo de alergia alimentaria como la APLV. Cada caso es particular y requiere supervisión del médico.
Mantenerse al pendiente de estos detalles en la piel de los bebés es determinante para evitarles molestias mayores, mejorar su calidad de vida y la de su entorno.
En cualquiera de los casos, la principal recomendación es visitar al pediatra para determinar la causa de la dermatitis y así poder diagnosticar adecuadamente.