Cuando decidimos bajar de peso, a menudo los carbohidratos son los primeros que se ven eliminados o reducidos de nuestra dieta. Revisamos las etiquetas de los productos para asegurarnos de no ingerir carbohidratos, o al menos no demasiados. Sin embargo, a veces nos entra la duda de ¿qué tanto es mucho?
Es importante señalar que eliminar los carbohidratos –o cualquier grupo alimenticio– de la dieta, provoca más daños que beneficios en nuestro organismo. Se ha vilipendiado a los carbohidratos, pero son nuestra principal fuente de energía no debemos deshacernos de ellos. Una dieta balanceada, con la cantidad adecuada de carbohidratos, grasas y proteínas, será la forma más sana para perder peso y con resultados más duraderos.
¿Qué tanto es mucho?
Conviene aprender a comer en las cantidades correctas y eliminar los excesos para perder peso, pero ¿cómo saber cuáles son las cantidades correctas?
Cada organismo es diferente, no podemos establecer una medida que aplique a cada persona. La cantidad de actividad física, la estatura, el metabolismo y otros factores influyen en la forma en que una persona procesan los alimentos y se utiliza la energía producida; es por eso que cada quien requerirá una proporción diferente de calorías. Sin embargo, un estándar señala que nuestra alimentación debería consistir aproximadamente en: 50% carbohidratos, 30% proteínas y 20% grasas.
La cantidad de calorías que necesites, deberá ser distribuida a lo largo del día y en los distintos grupos para tener una alimentación equilibrada. En promedio, los carbohidratos y las proteínas aportan 4 calorías por gramo cada uno, mientras que las grasas tienen 9 calorías por gramo. Lo cual puede no decirnos mucho; podríamos hacer un poco de matemáticas para determinar los gramos de cada grupo nutricional que serían necesarios ingerir, pero antes deberíamos la cantidad de calorías que necesitamos en concordancia con la cantidad de energía que utilizamos y de acuerdo a esto, ver qué necesitamos.
Sin embargo, las cantidades no es lo único que hay que considerar. Es por ello que conviene acudir a un especialista que te indique el tipo de dieta y porciones que necesitas de acuerdo a tu estilo de vida y las características particulares de tu organismo.
¿Cómo le hago para comer más sano?
No siempre es posible acudir al nutriólogo; sin embargo, es importante prestar atención a lo que comemos. Podemos aprender a tener un plato balanceado y hacer decisiones más sanas en cuanto a lo que consumimos.
Los carbohidratos, por ejemplo, deben ser de preferencia complejos, pues estos toman más tiempo en ser procesados y brindan más nutrientes que los carbohidratos simples. Debemos incluir en nuestra dieta carbohidratos tales como frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas; eliminar carbohidratos simples que no aportan nutrientes como comida chatarra, refrescos y azúcares refinados, será benéfico.
Por otro lado, el consumo de proteínas y grasas en las proporciones adecuadas: demasiada grasa puede subir el colesterol y con este, el riesgo de enfermedades cardiacas o cáncer; muy poca grasa impedirá que absorbamos todas las vitaminas que necesitamos y nos hará sentir faltos de energía. Demasiada proteína, puede afectar nuestro hígado, nuestros huesos y provocar mal aliento; mientras que no comer lo suficiente, afectará la formación de tejidos y debilitará nuestro sistema inmunológico.
Así pues, se trata aprender a tener un balance. No debemos sufrir con dietas que nos impiden comer, debemos tener una alimentación que complemente todos los grupos alimenticios para obtener la energía y nutrientes que necesitamos en nuestro día a día. Debemos aprender a leer las etiquetas, diseñar platillos que incluyan todos los grupos, tomar mucha agua y hacer ejercicio; pero sobre todo, aprender a conocer nuestro cuerpo para darle lo que nos pide. Esa es la forma, lenta pero segura, de perder peso.
Escrito por: Elena Pedrozo
