Belleza

Cómo sentirse joven y vital

como-sentirse-joven-y-vitalLa cultura de la anti-edad

Por: Vivian Diller*

Yo estaba dando brincos con mi nieta Sadie el otro día, cuando ella hizo una pausa para decirme: “Abuela, eres como una niña en el cuerpo de una señora.” Perceptiva y contundente – como suelen ser los niños a los 3 años - no estaba segura de qué hacer con su observación. Cuando me di cuenta que era exactamente lo que sentía, me decidí a tomarlo como un cumplido.

Yo nunca he mantenido mi edad en secreto, y me siento afortunada de estar sana y en forma en esta etapa de mi vida. Por supuesto, hay un esfuerzo detrás de mi vitalidad - el ejercicio regular, una alimentación sana y los buenos hábitos de higiene. Y, también visitas de rutina a mi fisioterapeuta. Pero lo más importante: me aseguro de tener razones para sonreír. Me encanta mi trabajo como psicóloga y escritora - profesiones que, afortunadamente, mejoran con la edad. Mis hijos me mantienen ocupada, pero también me traen mucha alegría. Y, sí, brincar con mi nieta también ayuda. En este momento de mi llamada “mediana edad”, no tengo planes de detener quirúrgicamente los signos inevitables del envejecimiento que son visibles en mi cara y cuerpo. En lugar de eso, voy a tratar de exprimir hasta la última gota de felicidad y satisfacción que pueda haber en los años que tengo por delante.

Por eso me puso algo triste leer sobre Marie Kolstad, una bisabuela de California con 83 años de edad, quien optó por someterse a la cirugía estética - una de tres horas y un precio de $ 8000 - que, dijo, iba a hacer que su familia se sintiera “orgullosa” de su aspecto. En una entrevista con ABC News dijo que reafirmarse el busto quirúrgicamente fue “una forma sencilla” de lucir tan joven como se siente.

“Yo no creía que fuera la gran cosa”, dijo Kolstad, una administradora de tiempo completo de una propiedad, con cuatro hijos, 13 nietos y 12 bisnietos. Además de la esperanza de complacer a su familia, dijo que pasar de un 32A a 36C era una necesidad si quería atraer a un compañero. “Eso no va a pasar si no tienes la figura que ellos están buscando", comentó Kolstad.

Kolstad no es la única en su especie. De acuerdo con The New York Times, hay muchos “septuagenarios, octogenarios y nonagenarios que han querido alargar sus años dorados con la ayuda del cirujano plástico.” La Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética reportó 84.685 procedimientos quirúrgicos entre los pacientes mayores de 65 años de edad en 2010, incluyendo 26.635 liftings, 24.783 operaciones de párpados, 6469 liposucciones, 5874 reducciones de mama, 3.875 estiramientos de la frente; 3.339 levantamientos de senos y 2414 aumentos de mama. Los Baby Boomers (generación de la posguerra) son actualmente el grupo que más solicita los procedimientos quirúrgicos no invasivos y cosméticos.

Si bien hay evidencia de que la cirugía plástica puede mejorar la autoestima, hay poca investigación para apoyar el impacto positivo que tiene a los 70 - y 80 años de edad. ¿Realmente hay alguien que crea que los nietos de Holstad se preocupaban por sus arrugas y pliegues - y mucho menos por la forma de sus senos – o que en verdad estaban entusiasmados acerca de su decisión de someterse a cirugía?

En mi práctica, he oído la reacción opuesta. Los descendientes a menudo terminan bastante molestos cuando ven a sus padres o abuelos someterse a alteraciones cosméticas. La Sra. Kolstad puede ver la cirugía como “poca cosa”, pero al igual que cualquier procedimiento invasivo, existen riesgos. Los hijos adultos saben que se utilizará anestesia, lo cual es un gran problema porque los riesgos aumentan con la edad. El panorama de la recuperación es aterrador: moretones que tardan más en sanar, y una piel madura que es más frágil y carece de la resistencia juvenil. Esposos, hijos y nietos se preguntan, “¿Por qué hacer esto cuando te quiero tal como eres?”

Sin duda, nadie culpa a la Sra. Kolstad por querer revitalizarse y verse sensual a su edad. Algunos, incluso, le aplauden. Todos estamos viviendo más tiempo y pocos de nosotros estamos dispuestos a desaparecer, o nos resignamos a desaparecer silenciosamente en los hogares para personas de la tercera edad. A Kolstad, al igual que el resto de nosotros, se le recuerda muy a menudo la importancia de desafiar la edad, no sólo para mantener a nuestros compañeros a nuestro lado, sino también para asegurar nuestros puestos de trabajo, para evitar que sean usurpados por aquellos que se ven más jóvenes. Condenar a la Sra. Kolstad es condenar a toda una cultura del anti-envejecimiento. Pero ¿acaso nuestro único recurso es la alteración quirúrgica de la cara y el cuerpo?

¿Qué pasó con envejecer con gracia, centrándose en las cualidades que se obtienen con la madurez y que nos hacen atractivos a cualquier edad? ¿Qué hay de aquellos que todavía son capaces de llamar la atención cuando entran a una habitación - no por sus pechos que desafían la gravedad, sino por su elegancia, su calidez y su sonrisa brillante. Gloria Steinem, a los 77 – quien apareció públicamente hace poco para la promoción del nuevo documental, “Gloria: En sus propias palabras” - continúa sirviendo como un modelo elegante para las mujeres. Luego está Betty White, que fue elegida como “la celebridad más atractiva”, en una encuesta electrónica este año.

Y, ¿qué pasa con el mensaje que estamos enviando a las generaciones que siguen? ¿No refuerzan la creencia de que envejecer es algo que debemos temer, que es imprescindible librar batalla contra una apariencia decadente por el riesgo que corre nuestra salud y bienestar financiero? ¿Hay algún punto en el que podamos decir, es el momento de hacer frente a nuestra apariencia cambiantes con mayor aceptación en lugar de resistencia?

Las acciones de la Sra. Kolstad parecen sugerir que no hay una edad donde tracemos la línea. Si nunca se es demasiado viejo, tal vez también nunca seamos demasiado jóvenes para corregir nuestras “imperfecciones”. No olvidemos a la concursante de belleza cuya mamá sentía que 8 años era la edad justa para recibir inyecciones de Botox y conseguir ese look perfecto.

Tal vez la Sra. Kolstad ha estado pidiendo consejos a la actriz Jane Fonda, quien recientemente habló sobre cómo ser ardiente y sexy a los 73 años. A pesar de que sus trastornos de alimentación y su lucha contra el envejecimiento no son ningún secreto, dedicó 50 páginas de su autobiografía, “Primetime”, compartiendo sus secretos para verse y sentirse más joven. Y si bien podemos admirar su franqueza, no parece razonable para las mujeres comunes puedan considerar el cuerpo hábilmente reconstruido de Fonda como un modelo de éxito. ¿No sería más útil hablar de la sexualidad a los 70 y el 80 en términos de la sensualidad y la intimidad - cualidades que no tienen edad - en lugar de centrarse en ser sexy y caliente a través de alteraciones quirúrgicas?

Yo no busco parecerme a las estrellas de cine, o a cualquier persona cuya vida se trata de estar perfeccionando su apariencia en forma impresa y en la pantalla (o asegurarse de que Photoshop lo haga). En cambio, mis modelos provienen de la vida cotidiana. Como mi suegra de 95 años de edad, Marcia, que de alguna manera sigue captando la atención cuando entra en una habitación con sus cabellos de fuego blanco, la espalda recta y su radiante sonrisa. Sin duda su confianza se apoya en el hecho de que su marido, Arthur, de 99 años de edad está claramente enamorado de ella. Hay una notable intimidad en sus intercambios. Se toman de las manos y se demuestran afecto genuino. Arthur con frecuencia le dice a Marcia lo hermosa que es, sin embargo, yo no creo que “caliente y sexy” por medio de una cirugía sea lo que tiene en mente.

Ni Marcia ni Arthur se han sometido a cirugía plástica. Parecen aceptar que sus vidas están cada vez más restringidas - Arthur está perdiendo el oído y Marcia está perdiendo la vista - pero continúan apreciando las facultades y capacidades que tienen. Mi suegra atiende su hermoso jardín, mientras mi suegro lee vorazmente. Con la vista de Marcia degenerándose, Arthur lee libros en voz alta para ella. De vez en cuando hacen una pausa para hablar de lo que han leído y reconocer lo afortunados que son de tenerse entre sí, a sus hijos, nietos y bisnietos - incluso si ya no pueden brincar con ellos.

¿Tienes un modelo a seguir para envejecer con gracia? ¿Crees que debería haber restricciones de edad para la cirugía estética?

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