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Comunicación familiar

La comunicación es la base de las relaciones humanas y el núcleo familiar no es la excepción, la comunicación no sólo es fundamental en la familia, sino que a partir de ésta aprendemos a comunicarnos. Una buena comunicación familiar es determinante en el bienestar y  desarrollo de los miembros de una familia, es aquí donde aprendemos a comunicarnos y será a partir de este aprendizaje que nos comunicaremos con todos los demás.

La comunicación implica la transmisión de un mensaje, puede ser una emoción, un pensamiento, cierta información o una idea. Lo que podemos comunicar es muy variado y dependerá del contexto en que nos estemos desenvolviendo. Sin embargo, la comunicación familiar es, cuando se lleva a cabo de forma adecuada, sumamente rica, precisamente por la amplia libertad de comunicarse.

En nuestra familia podemos hablar de cualquier tema imaginable, es lo que hace al grupo funcionar y permite que exista cohesión. Sin embargo, no siempre se logra establecer comunicación, pues para que la comunicación exista es necesario que exista un diálogo, darse tiempo para hablar y para escuchar favoreciendo la retroalimentación, el problema es que a menudo, queremos ser escuchados, pero no nos tomamos la molestia de escuchar al otro.

Una buena comunicación es un factor clave para el buen funcionamiento familiar, que además de favorecer la unidad ayudará a los miembros de la familia enfrentar de mejor manera los conflictos que se presenten en la familia, así mismo brindará seguridad y amparo a los miembros del grupo.

Una buena comunicación familiar incluye la posibilidad de transmitir ideas e inquietudes, la visión del mundo de los miembros y sus proyectos de vida, compartir actividades, experiencias cotidianas que pueden o no ser trascendentes, sueños, temores, así como la transmisión de valores. Pero la comunicación no sólo es verbal, nuestros gestos y actitudes también son parte del mensaje, no sólo es lo que se dice, sino cómo lo decimos, así como el contexto en que transmitimos el mensaje. La retroalimentación también es parte fundamental de la comunicación familiar.

La comunicación familiar es indispensable, pero a menudo nos encontramos con enemigos (¿o pretextos?) que nos impiden llevar a cabo una buena comunicación. Una de las principales barreras para la comunicación suele ser la falta de tiempo. El trabajo y los compromisos en ocasiones se colocan en el camino de la comunicación. Los ruidos y las distracciones como la televisión pueden ser otro obstáculo a superar para lograr una buena comunicación familiar. He aquí algunas ideas que te pueden ayudar a mejorar la comunicación en familia.

  • Organiza actividades para compartir tiempo en familia y fomentar la comunicación. Una buena idea puede ser olvidarse de la televisión a la hora de la comida y propiciar el diálogo.
  • No importa que tan enojada estés, permite al otro expresar su versión de los hechos e intenta entender sin juzgar.
  • Cuando escuches al otro procura ver al otro a la cara, no te distraigas en otras actividades, parte de la comunicación es no verbal y prestar tu atención a otras cosas señalará que lo estás ignorando
  • Cuando tengas que hablar de un tema difícil, procura elegir el mejor momento para hacerlo, un momento tranquilo en el que ni tú ni la otra persona estén afectados por emociones que impidan una adecuada comunicación.
  • Piensa antes de hablar, en ocasiones podemos herir a los otros sin darnos cuenta, motivados por nuestra rabia o frustración. Piensa bien si lo que vas a decir es en verdad lo que quieres transmitir.
  • No interrumpas, escucha y espera tu turno para dar retroalimentación.
  • Respeta las opiniones de los otros y si cometes algún error, pide perdón.

Escrito por: Elena Pedrozo

¿Tienes algún otro consejo para tener una buena comunicación familiar? Queremos saber tu opinión.

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