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Diferencias entre “gentes de la psique”
Psicólogos. Científicos que estudian las causas y los efectos de las vivencias y conductas, y que se ocupan metódicamente de su medición, valoración y posibilidades de tratamiento.
Psiquiatras. Médicos especialistas, que desde el punto de vista médico y biológico se dedican al conocimiento, descripción, profilaxis y tratamiento de unos cuadros de enfermedades anímicas, recurriendo generalmente a medicamentos.
Psicoterapeutas. Pueden ser internistas, ginecólogos, teólogos, pedagogos, sociólogos, asistentes sociales, sanitarios y enfermeras (a veces también psicólogos y psiquiatras) que han adquirido formación especial y complementaria en el tratamiento de los trastornos psíquicos.
Probablemente, te percates que hay terapias que son muy conocidas, son tan variadas como el propio ser humano. Todas han tenido resultados, pero en las sesiones se enfocan en partes diferentes.
La forma terapéutica más larga en la elaboración y duración del tratamiento, es el clásico psicoanálisis. Sólo a quienes ejercen esta última especialidad se les llama psicoanalistas.
La “jerga” de este último es muy utilizada en nuestro lenguaje coloquial. Frases como: “te proyectas”, “no me psicoanalices”, “tiene complejo de Edipo” “tuve un lapsus” son sólo algunas frases que hemos tomado del Psicoanálisis ya que por ser de las primeras psicoterapias de Occidente es muy conocida enLa terapia no es “para los que están locos”, sino para mejorar la calidad de vida del ser humano
el mundo.
Pasos que puedes tomar en cuenta antes de ir a terapia y durante ella:
1. Al comenzar la terapia o antes de acudir a ella, puedes informarte acerca del enfoque que utilizan y en qué consiste. Si aún te sientes con dudas, investiga por tu cuenta.
2. Cuando busques a un terapeuta no te dejes impresionar por un costo muy elevado en terapia, eso no necesariamente habla de sus habilidades en consulta.
3. También es importante que averigües si la persona que te atenderá tiene una licenciatura o nada más tomó un curso o diplomado para dar terapia. Hay cursos que se venden sin necesidad de ningún estudio anterior, incluso en pruebas psicológicas, en las que el conocimiento básico en psicología es necesario para ser más objetivos y evitar diagnósticos erróneos, por ejemplo, no se puede diagnosticar a nadie sólo con aplicar una prueba psicológica, ni sin tomar en cuenta cómo se desenvuelve alguien en la terapia. .
4. Si en algún momento de la sesión no te sientes a gusto, háblalo y decide si continuas o cambias de profesional, recuerda que hay una gran diversidad.
5. Reflexiona si realmente deseas realizar un cambio en tu vida para tu mejoría, o sólo vas a terapia para boicotear las sesiones y al final poder decir que los terapeutas no sirven. Algunas personas invierten muchos años y dinero para volverse expertas en “juegos de consultorio” (más información en el libro de Eric Berne: Juegos en los que participamos. Editorial Diana). Piensa bien lo que quieres.
6. Por último, la terapia no es “para los que están locos”, sino para mejorar la calidad de vida del ser humano. Evita etiquetar y que te etiqueten.
Escrito por: Ananda Sannyasi S. González Cruz.
Psicóloga.
* Con información del libro “Análisis Transaccional” de Rüdiger Rogull. Editorial Herder.
