Bienestar

Conéctate

conectateExisten muchas cosas que me pueden causar infelicidad y descontento, factores externos que están alejados de mi control o las expectativas que pueda tener del tiempo y del espacio, nada se puede hacer contra eso más que ajustar la actitud que se pueda tener después de los sucesos. Sin embargo hay veces que no existen factores ni causas ajenas y aún así sigo sintiendo tristeza, incomodidad y/o desasosiego.



A través de los años, de las experiencias del día a día me he dado cuenta que la principal causa de que no esté bien conmigo misma es estar desconectada. Desconectada significa no estar presente, no vivir la vida en el instante en el que ocurre, estar con amigos y estar con la mente en el trabajo, estar en el trabajo con la mente puesta en los amigos, sentir amor pero con la mente en el futuro.

Olvidarme que la vida es en este momento y no lo que va a pasar.

Me encontré con la portada del nuevo libro de Gaby Vargas, y en ella la palabra con la que he tenido respuesta muchas veces: Conéctate. Me invitó a leerlo. Conéctate con contigo mismo, conéctate con los demás, conéctate con el Universo.

Hubo varias reflexiones que me resonaron como péndulo de campana, justo en estos momentos de mi vida. Hace unos meses me enteré que personas muy cercanas a mí a las cuales amo con toda el alma se irían a vivir del otro lado del charco. Desde el momento en que me enteré quise guardar cada instante en una bolsa ziploc, al vacío y en el congelador. En el libro me encontré una verdad muy grande. La mejor manera de alargar un momento es estar presente, conectada conmigo y con las personas al 100 %. Ellos se fueron, pero hace unos días que pude volver a convivir con ellos, lo hice y funcionó. Quizá suene muy simple, pero y la práctica es otra cosa. Apenas experimentamos felicidad, ya estamos pensando en que se va a terminar. Cuando estamos conectados la sentimos profundamente y sobre todo la disfrutamos.

A leerlo a través de las diversas reflexiones que hace el libro, me di cuenta en mi propia historia que podré estar en mil lugares con personas distintas que pueden importarme o no, pero si no estoy conectada pasa el tiempo y siento remordimiento de que la vida se me va. Cuando hago conciencia de eso, trato de estar más presente, estoy donde quiero estar, dándome y dándole a las personas o actividades que esté realizando, su propio tiempo y espacio. De esa manera aunque los días se vayan volando esa sensación de remordimiento desaparece, me doy cuenta que sí, efectivamente la vida se va pero la estoy disfrutando.

Una cosa que me encantó del libro es la reflexión que hace sobre la risa. La risa nos conecta con nuestra naturaleza y principalmente con otros. El poder de una sonrisa es infinito, el hecho de romper con nuestras propias cadenas y regalarle una sonrisa a cualquier persona con la que nos crucemos en el camino, ellos pueden o no tomarlo en cuenta, pero a nivel personal puedo decir que ese simple gesto me cambia el día.

Escrito por: Regina Kuri

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