Cambiar los hábitos de alimentación es el primer paso para mejorar la calidad de vida. Si consideramos que los adultos pasamos poco más de un tercio de nuestras horas en el trabajo, por qué no hacer de este espacio el lugar para empezar el cambio; además de que está comprobado que comer bien repercute positivamente en nuestra productividad
Tomando en consideración que en México hay poco más de 29,642,421 personas que laboran en 5,654,014 establecimientos comerciales y que somos el país con mayor índice de obesidad en el mundo (32.8% de personas obesas) resulta urgente cambiar el modo y el tipo de comida que ingerimos.
Estudios realizados por especialistas en ciencias de la salud de la Organización Internacional del Trabajo han confirmado que las oficinas son el espacio ideal para llevar a cabo una alimentación saludable. Aquí te damos algunos consejos que seguro ayudarán a hacer de tu día a día una oportunidad para el bienestar:
- Desayunar es básico: Estudios especializados reportan que evitar el ayuno brinda beneficios físicos e intelectuales; tomar una cantidad balanceada de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales ayudará a tu buen desempeño.
- Haz de tu horario un aliado: Así como organizas tus pendientes y agenda toma un tiempo para hacer tus comidas, no es necesario que sean períodos largos, pero sí es importante que tu atención esté en el momento de comer. Verás cómo poco a poco cambiará tu actitud, bajarán tus niveles de estrés e incluso podrías perder peso con este pequeño cambio.
- Hazlo tú mismo(a): Si preparas tu comida y la llevas a la oficina te darás cuenta de que la ventaja no sólo se reflejará en tu bolsillo sino que te hará más consciente de las porciones y te impulsará a poner atención en algo tan importante como es alimentarte.
- Crea equipo: Inventa estrategias con tus compañeros para apoyarse en el tránsito hacia esta nueva forma de vivir. Haz de esto una oportunidad para relacionarte de manera distinta no sólo con la comida, también con quienes te rodean. Promueve el cambio en tu empresa.
- No olvides hidratarte: Así como necesitas tiempo para comer es importante que también tengas claro el momento para tomar líquidos. Recuerda que el agua es nuestro principal componente; la recomendación es que te hidrates al menos cada 30 minutos.
También puedes incluir en tu nuevo programa de alimentación productos que complementen tu alimentación y favorezcan a tu salud. Por ejemplo, la ingesta de colágeno hidrolizado en adultos bajo condiciones de estrés celular, personas con desequilibrios de sueño o alimentación podría ser una posibilidad en el aporte de proteínas. Un licuado hecho con colágeno hidrolizado sabor cocoa, vainilla o fresa mezclado con leche o sustitutos (bebidas de almendra, arroz, soya, coco) o si prefieres darle sabor a tu momento de hidratación con una bebida con colágeno hidrolizado y té verde (con o sin azúcar) o piña y nopal.
La Línea Bienestar Duché, bajo las marcas Colágeno Duché® y Oseagel®, ofrece una nueva presentación en botes de 100gr. para acompañarte en esta aventura por la salud y el balance en tu vida.
Recuerda que la ingesta de estos productos no sustituye los nutrientes que se obtienen a partir de una alimentación adecuada, además de un régimen de actividad física supervisada.