Se sabe que la mayoría de los niños absorben el conocimiento como esponjas, pero para algunos que están aprendiendo un segundo o un tercer idioma, no es tan fácil como retener el nuevo vocabulario para utilizarlo al momento de presentar un examen o por ejemplo cuando sus familiares, con la mejor intención del mundo, empiezan a interrogarlos en ese idioma.
Buena parte de los padres y profesores afirman que para algunos es realmente complicado recordar las palabras que han aprendido en el aula, especialmente si se encuentra fuera de contexto. A menos que tu pequeño haya repasado continuamente el lenguaje, puede suponer un esfuerzo considerable recapitular los nombres de los colores y los animales del campo que parecían tan sencillos en clase.
Entonces, ¿cuáles son las mejores maneras de ampliar el léxico en inglés de los niños y de ayudarles a recordar y emplear los términos que conocen cuando lo necesiten?
• Interés
Lo primero es conseguir que se interesen por el tema, así que olvídate de sentarlos ante una lista de verbos irregulares para que la repitan hasta el cansancio porque terminarán con una aversión. Resulta mucho más entretenido hacer un juego con ellos o contarles una anécdota interesante. Si exageras o enfatizas las frases más importantes conseguirás que vayan recordando y podrás lograr atraer su atención. Por ejemplo, los cuentos son un modo fantástico de presentar una lengua nueva y de mantenerlo atento al contenido mediante los dibujos e ilustraciones en color. Por supuesto, si les gusta especialmente una historia concreta terminará memorizando términos y frases, gracias al contexto claro en el que se encuentra. Puedes utilizar las aventuras de los personajes de Timmy del British Council México y sus numerosas actividades lúdicas con vocabulario que incrementarán su noción en este idioma.
• Personalización
Tanto los adultos como los niños, tendemos a recordar mejor lo que nos parece relevante por lo que, si eres capaz de establecer una conexión entre las nuevas oraciones y algo que haya vivido, tendrán más posibilidades de que recuerde, por ejemplo, si estás hablando de los animales, se pueden enfocar especialmente en los que le gustan, o los que le disgustan o incluso en los que le gustaría tener. Elaborar una pequeña rutina diaria con la que consigamos que jueguen con los nuevos conocimientos que han adquirido en inglés, esto les ayudará de forma eficaz a rememorar lo que han aprendido. Supongamos que hace la tarea en la mesa de la cocina: utiliza ese espacio también para jugar a algún juego de verbos u oraciones. No siempre es imprescindible hacer uso de la tecnología; a veces, un sencillo juego de cartas o uno de hacer parejas de tarjetas asociando ilustraciones y vocablos te servirán para que repase antes de empezar a hacer las tareas escolares, o para hacer una pausa de 10 minutos en su tiempo de estudio.
• Nuevas tecnologías para ampliar el vocabulario
¡Tampoco nos olvidemos que las nuevas tecnologías existen! La mayoría de nuestros hijos manejan bastante bien las tablets, así que, una vez activados los controles parentales correctos, pueden aprender acerca de muchos temas empleando solo diez minutos al día. Aunque tendremos que vigilar que no pasen demasiado tiempo delante de la pantalla, las aplicaciones pueden aportar un elemento lúdico al aprendizaje y favorecer la interacción y la repetición del léxico de forma entretenida. De hecho, estudiar un nuevo idioma mientras uno se divierte es la base para el desarrollo de la mayoría de las apps del British Council.
• Representación gráfica de ideas (sketchnoting)
Es una manera divertida de recordar la información apoyándose en elementos visuales. Puedes desafiar al pequeño a representar de forma gráfica un cuento que ha leído o una descripción de cómo le ha ido en el parque, por ejemplo, utilizando dibujos, flechas u otros signos, expresiones, etc. Siempre es mucho más sencillo acordarse una palabra asociada a una imagen que la palabra por sí misma, pero lo más importante es que el proceso mental se desarrolla mientras elaboramos los elementos visuales nos ayudan a evocar expresiones mucho mejor. Vale la pena, invertir en un cuaderno especial para tomar notas gráficas en este lenguaje a modo de diario, y así podrá tener un recuerdo entrañable de esta etapa de su vida y los acontecimientos más importantes en ella.
• Repaso y mantenimiento
Es importante que, como parte de sus hábitos diarios, se acostumbre a revisar las oraciones que está estudiando. Una forma de favorecerlo es dejarlo que se grabe a sí mismo diciendo lo que ha aprendido, escuchar la grabación y volverla a grabar con distintos tonos: contento, triste, enfadado, etc., hasta que las recuerde todas.
¡Actualmente es sencillísimo con cualquier dispositivo móvil! También puedes convertir el repaso en un juego. Ahora que ya sabes cómo ayudar, recuerda que una de las maneras en que aprenden los niños es por observación e imitación, de ahí que sea tan importante proporcionales modelos adecuados por instituciones como el British Council donde los profesores alientan a los estudiantes a experimentar con el idioma, a que desarrollen su confianza y mejoren sus habilidades, a través del aprendizaje interactivo, entretenido y divertido.
