El cuento de la pareja perfecta
Escrito por: Adriana Sánchez
El amor de pareja es un tema que jamás pasará de moda. El hablar de la persona ideal nos remonta a los consejos de la familia, amigos y sociedad en general sobre lo que es buscar y aceptar a la pareja ideal. ¿Cuántos de nosotros alguna vez hemos escuchado a alguien describir a la pareja ideal como una persona violenta, que no comprenda, que sea infiel, etc.?
Yo nunca, y sin embargo sí he escuchado adjetivos tales como que sea tierno, amoroso, respetuoso, fiel, sincero, guapo, ah y que además tenga dinero. Y entonces ¿por qué a veces o no tenemos lo que queremos o tiene otras muchas cosas que no nos gustan?
El ideal de estar en pareja es ser feliz, y buscamos los atributos en nuestras parejas que encajen en nuestros sistemas de valores, sin embargo, los seres humanos no sólo estamos comprendidos de valores sino de una historia emocional pasada que marca tendencias a emparejarnos con alguien similar a lo que ya conocemos. Dicen por ahí “…para tener una pareja como la deseamos hay que comportarnos a la altura de nuestros deseos”. Muchas veces no encontramos al hombre respetuoso que buscamos porque resulta que en nuestro pasado hay experiencias de vida en donde carecimos de él; abusos hacia las mujeres por misoginia, falta de reconocimiento a la actividad del hogar, infidelidad, y hasta violencia intrafamiliar. Esto hace que aún cuando sabemos de manera consciente que no lo deseamos en nuestra vida, llegará a nosotras en alguna de sus versiones porque simplemente nuestros actos nos llevan a invocarlo. Por ejemplo, si la falta de reconocimiento es una herida en nuestro pasado, no es casualidad que nos topemos con personas que nos hagan poco o nulo reconocimiento, y entonces experimentamos la frustración de esta situación.
La pareja ideal no es quien te hace sentir feliz, sino quien emprende el camino de espinas superando sus propias heridas y apoya al otro en el mismo proceso Podemos ir por la vida cambiando de pareja pensando que como la cara y el nombre cambian, será lo mismo con la experiencia. Sin embargo esto es una gran falacia, porque mientras no reconozcamos el dolor que sentimos por las vivencias del pasado, no cambiaremos los patrones que nos llevan a experimentar la misma situación una y otra vez. Recordemos que el propósito dela pareja no es compartir la felicidad, es crecer, y duele porque significa ver nuestras heridas y sus repercusiones. No sólo implica querer olvidarlas sino trabajar con ellas día con día de manera consciente y amorosa. La pareja ideal no es quien te hace sentir feliz, sino quien emprende el camino de espinas superando sus propias heridas y apoya al otro en el mismo proceso. Esta persona no sólo valora lo que eres sino que también ama todo lo que no eres porque es un reflejo de sí mismo. Es con quien no temes expresar tu lado oscuro sino con quien sabes puedes desnudar tu alma sin miedo al juicio. La evolución de la pareja no se encuentra en los momentos de sonrisas que compartes, porque reír es sencillo, es una máscara auto impuesta para que nadie se dé cuenta de lo que realmente llevamos dentro, es con quien puedes llorar en su regazo porque entiende la fragilidad de la vida y sabe que crecer implica llanto, miedo y a veces desesperanza; pero que el reconocerlo abre la puerta más grande hacia la libertad de mostrar afuera el ser tan valioso que somos por dentro, de perder el miedo a equivocarse para emprender el camino hacia la evolución.
La próxima vez que pienses en tu pareja ideal, piensa primero en alguien que quiera enfrentar su dolor y compartir su enseñanza contigo, un ser que te abra sus brazos desnudos y te muestre su rostro sin máscaras sabiendo que no todo lo que verás es lindo sin embargo es parte de él y además representa la oportunidad de aprender a amar sin condiciones. Y cuando lo visualices actúa en consecuencia, acepta tu pasado, mira tus heridas, vence tu miedo a desnudar tu alma que es el único remedio para encontrar no una pareja sino al ser con quien compartirás tu evolución.
Escrito por: Adriana Sánchez