Bienestar

¡Cuidado con lo que crees!

cuidadocreenciasTus creencias pueden interferir para sabotear el cambio que deseas

Escrito por: Julieta Lujambio

Bien dicen que creas lo que crees. El poder de la mente es increíble. Me gusta el cuento del señor que llega a su casa de noche y se tropieza con lo que cree que es una víbora muy larga que siente que lo va a atacar y entonces la destroza con un hacha que saca del garaje. A la mañana siguiente se da cuenta que partió en mil pedazos la manguera que su mujer había dejado extendida en el pasto durante el día. Una creencia nos puede restar posibilidades e incluso causar daño.

Otro ejemplo de lo que se puede crear con sólo creer nos lo dan los placebos, es decir, los chochos que sirven de prueba paralela para probar en los laboratorios la eficacia de los nuevos medicamentos. Es increíble el alto porcentaje de pacientes que entran a los protocolos de las empresas farmacéuticas y que logran una mejoría con tan sólo creer que lo que les dan se trata de un medicamento que efectivamente, los va a curar.
Nuestras acciones, actitudes y formas de ser o estar en el mundo se basan en creencias. Tenemos que distinguir las creencias que de algún modo pueden entorpecer el cambio deseado. Los sistemas de creencias son el marco general que envuelve todo trabajo sobre el cambio que puedas tú hacer.
El inconsciente sigue a nuestras declaraciones y creencias y si creemos de verdad que no podemos lograr algo, por ejemplo, éste encontrara la forma de impedir que se genere un cambio. ¿Cómo podemos hacer consciente una creencia que nos está limitando? Más aún cuando en algún tiempo esa creencia nos produjo un beneficio. ¿Cuándo fue aprendida esa creencia limitadora y entró al inconsciente sin darnos cuenta? ¿Cuántas cosas hacemos porque hay detrás una creencia, sin saber que hay mil y un formas mucho más eficientes que nos pueden producir mejores resultados?
Para llegar al estado deseado, es decir a la o las metas que nos hemos planteado para este año, debemosAprende a identificar tus propios recursos y a encontrar posibles interferencias que puedan echar a perder el trabajo en la consecución de tus metas identificar primero nuestros propios recursos. Sin embargo muchas veces estos recursos pueden estar plagados de interferencias, es decir, saboteadores de los mejores esfuerzos. ¿Cómo puede una mujer bajar de peso cuando cree que si lo hace no podrá manejar la atracción que despertará en los hombres? Detrás de los logros puede haber ansiedad, miedos, incapacidad para lidiar con el éxito, dificultades para enfrentarse con aspectos de la nueva situación, etcétera. Entonces es cuando para crear un cambio hay que querer el cambio de un modo congruente.
Los expertos en Coaching hablan de tres tipos de interferencias: 1. Cuando la persona no quiere cambiar y no es consciente de esto. 2. Cuando la persona no sabe crearse una representación del cambio ni cómo se comportaría si cambiara. 3. Cuando la persona tiene que darse la oportunidad de utilizar sus nuevos conocimientos. Con frecuencia se necesita un tiempo y un espacio para que se dé el cambio.
Hay varios tipos de creencias y todas ellas tienen que ver de alguna forma con la resistencia al cambio. Lo importante es saber identificarlas para después desfundamentarlas y saber si es lo que está obstruyendo el logro de la meta. Debe hacerse un trabajo muy puntual mediante la escucha personal y la observación, con el objetico de identificar nuestras conexiones internas, que muchas veces tienen que ver con los sentimientos, y así darnos cuenta de cómo se han estructurado nuestras creencias. Tener la capacidad de identificar nuestra estructura del pensamiento nos permite saber exactamente qué es realmente lo que nos está boicoteando el cambio.
En resumen, para poder lograr tus anhelos en este 2010:
• Reflexiona acerca del sabotaje que tú misma te has organizado para no cumplir con algunas metas y descubre no sólo la dinámica de tu pensamiento sino profundas emociones que no has sabido manejar y están obstaculizando el logro de tus expectativas.
• Aprende a identificar tus propios recursos y a encontrar posibles interferencias que puedan echar a perder el trabajo en la consecución de tus metas.
• Comprométete a indagar en tu propio sistema de creencias para hacer una especie de limpieza que me permita deshacerte de las que ya no te funcionan.
• Ábrete a muchas posibilidades que pueden ofrecerte mejores caminos para la satisfacción de tus objetivos. Y…
• ¡Nunca, nunca, nunca desistas!

Escrito por: Julieta Lujambio

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