Tanto en invierno como en verano es recomendable cuidar la piel debido a que los extremos climáticos dejan sus efectos. En invierno, debido al frío la piel se reseca, se descama y tiende a volverse más rígida y a deshidratarse con más facilidad.
¿Cómo elegir una crema para cada tipo de piel?
Para pieles secas:
Para este tipo de pieles es recomendable la utilización de cremas que contengan vitamina E, alantoína y vitamina A. Ayudarán a mantenerla nutrida e hidratada y otorgan las vitaminas especificas para dar más elasticidad y luminosidad a la piel seca, ya que es a la que más necesario le es la aplicación diaria de cremas para evitar la descamación y arrugas prematuras. Es recomendable el uso de crema todo el año.
Pieles grasas:
Sólo en invierno es recomendable la aplicación de cremas hidratantes suaves y livianas que mantengan la hidratación, ya que son propensas al acné. Lo ideal es limpiarla, tonificarla y luego hidratarla con productos específicos para piel grasa. Las cremas con té verde o aloe vera son muy beneficiosas para normalizarla ya que en muchas ocasiones es mixta.
Pieles maduras:
Para este tipo de piel hay una amplia gama de productos cosméticos a disposición. Las cremas con retinol, calcio, colágeno, acido hialurónico y cremas antiedad son las indicadas en este caso en particular, ya que estos componentes no solo la mantienen hidratada sino que también ayudan a regenerar los tejidos y a suavizar las arrugas.
En todos los casos una consulta a la cosmetóloga o dermatóloga ayudan a la evaluación de la piel para dar con los productos indicados y más aptos para tu tipo de piel.
Escrito por: Campanilla