Muchas futuras madres fumadoras, entienden que dejar de fumar durante el embarazo les provocaría consecuencias psicológicas como ansiedad o estrés y bajo ese argumento siguen consumiendo tabaco durante el embarazo. Sin embargo las consecuencias para el bebé pueden ser mucho más graves.
Es conocido el hecho que el tabaco reduce el aporte de oxígenos a los tejidos, provocando a su vez niveles bajos de vitamina B12 y C y la liberación de la hormona llamada oxitocina (la que induce al parto). Esto sumado al efecto antidiurético que posee la nicotina hace que la mujer embarazada padezca de retención de líquidos y sufra el aumento de su presión arterial.
El feto, para poder compensar ese déficit, consume menos oxígeno y alimento resultando al nacer un bebé con menor peso del normal.
Por esta razón, los hijos de madres fumadoras tienen mayores posibilidades de padecer malformaciones y nacer con una variedad de problemas respiratorios.
Sin embargo, muchas futuras madres que son fumadoras dicen que dejar de fumar les provocaría consecuencias psicológicas como estrés o ansiedad y por ello prefieren disminuir la dosis de tabaco y no abandonar el hábito durante el embarazo.
Es conveniente que la futura madre tome conciencia del daño que puede causarle a su hijo y procure alguna forma de dejar de fumar, ya que será el bebé quien sufrirá las consecuencias de una decisión equivocada.
http://viviendosanos.com/2009/12/dejar-de-fumar-durante-el-embarazo.html