Muchas son las personas que la padecen, pero muy pocas las que conocen que se puede vencer la ansiedad, siempre y cuando se mantenga una actitud positiva y alegre ante la vida.
Se tiende a comentar que la ansiedad es en sí una de esas "enfermedades" que acompañan jornada a jornada los nuevos tiempos en que vivimos, especialmente porque a día de hoy somos mucho más conscientes de aquellos "problemas" que, de forma psicológica, nos afectan en su mayor expresión, en mayor medida.
Y es que, al igual que existen sujetos diversos y tan diferentes, en cada persona se da un tipo de ansiedad distinto que la afectará de forma más directa o menor, según la situación actual en la que se pueda encontrar.
No en vano algunas teorías han indicado que se podría asociar el origen de ésta con modificaciones de neurotransmisores cerebrales, dado que experimentos llevados a cabo en animales demostraron que la estimulación de áreas cerebrales concretas provocó una sensación similar al miedo. Esto, en cierto sentido, podría relacionarse con la ansiedad.
Pero para llegar a comprender hasta en qué punto nos afecta, debemos conocer cuáles son los diferentes síntomas que se manifiesta, porquel, porque de esta manera podremos saber si la padecemos o no.
Dentro de esos síntomas encontraríamos dos tipos bien diferenciados, teniendo en cuenta sobre todo, la forma y el modo en que hacen su aparición: psíquicos y físicos.
Con respecto a los síntomas psíquicos, el nerviosismo, la tensión, una excesiva preocupación por sí mismo y por los demás, ganas terribles de llorar, o insomnio, son algunas de las formas más comunes.
Los síntomas físico son vértigos, náuseas, palpitaciones, debilidad, aumento de la transpiración, temblores, mayor frecuencia respiratoria, e incluso colon irritable.
Se puede vencer la ansiedad
Si bien se suele decir que una persona ansiosa lo será para toda su vida, no hay nada más equivocado que esta expresión, y una actitud aún más errónea sería no hacer nada.
Y es que, aunque sea cierto que una vez que aparece es difícil controlarla, nadie ha dicho que sea imposible. Cada persona tiene el poder -y la facultad- de tomarse las cosas con más calma, con una mayor tranquilidad, afrontando los diferentes sucesos que nos puedan ocurrir, de forma mucho más positiva.
Debemos pensar que las situaciones "ideales" o "perfectas" no existen, y que cada experiencia que nos suceda, por muy dolorosa que ésta sea, puede convertirse en una oportunidad más de aprender, de vivir el día a día, con esas pequeñas enseñanzas que las cuestiones más mínimas nos ofrecen.
Tampoco debemos preocuparnos tanto por los distintos problemas que nos puedan surgir, especialmente por los que tienen una solución en sí mismos. En este caso, sería interesante adoptar una muy buena frase que lo dice casi todo: Si tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si no la tiene, ¿para qué te preocupas?
No hay que olvidar que precisamente esas preocupaciones diarias son las que pueden aumentar nuestro nivel de ansiedad.
Eso sí, la mejor manera posible sería adoptar una actitud positiva ante la vida y afrontar con cierta serenidad los distintos contratiempos que se puedan producir.
Nadie dijo que la vida sea fácil, pero sí una bella experiencia que cultivamos día a día.
Escrito por: Christian Pérez