Bienestar

El consumo de drogas, causa de malformaciones fetales

Embarazo y Drogas

E

l maltrato fetal es una situación en la que la mujer embarazada, de forma consciente o inconsciente no cuida de su salud física o mental durante la gestación, afirmó Maria Àngels López-Vilchez, médico adjunto del Servicio de Neonatología del Hospital del Mar-IMAS, de Barcelona.

Este maltrato fetal tiene que ver con el consumo de drogas y otras sustancias tóxicas o con el padecimiento de una enfermedad crónica, como la diabetes, que se descuida durante el embarazo, con el agravante de que las consecuencias las paga el feto, según la especialista

Las drogas que más se consumen son las que están admitidas legalmente: tabaco y alcohol. Pero, cada vez más, se observa un aumento del consumo de drogas en México, el cual, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se ha duplicado en los últimos cuatro años.

Efectos en el feto

El consumo de cualquier sustancia tóxica durante el embarazo tiene consecuencias sobre el feto de las que muchas jóvenes no son conscientes Un ejemplo es el de la marihuana. Según López-Vilchez, la idea de que esta droga no es nociva es errónea, pero está bastante extendida entre la juventud. Los niños pueden nacer con menos peso. Los estudios médicos recogen que el consumo de todas estas drogas está relacionado con prematuridad, bajo peso al nacer y retraso de crecimiento.

En el caso de la cocaína, por ejemplo, se sabe que las gestantes cocainómanas tienen riesgo de presentar trombos en la placenta que generan oclusiones de los vasos sanguíneos, cruciales para la nutrición. La consecuencia es mayor riesgo de alumbrar un niño prematuramente. En cuanto al estrés de la madre, bien vigilado, no tiene por qué constituir un problema para el feto, siempre y cuando no lleve a la gestante a fumar más tabaco o a consumir más café o bebidas excitantes.

Otro efecto preocupante del consumo de heroína o cocaína durante la gestación es que los recién nacidos pueden presentar síndrome de abstinencia. Éste se manifiesta a través de irritabilidad, lloros continuos, febrícula (décimas de fiebre), vómitos y dificultades para alimentarse. Todo ello se cuantifica con un cuestionario conocido como Test de Finnegan, que se aplica al neonato cada tres horas y que aporta el grado de gravedad del síndrome de abstinencia que afecta a los hijos de drogadictas.

El síndrome de abstinencia se trata dependiendo de la gravedad del cuadro. El tratamiento, que se basa en la administración de un relajante llamado fenobarbital, se puede aplicar a partir de las 12 ó 24 horas del alumbramiento y tiene una duración de entre una semana y diez días. La primera dosis de este fármaco se administra por vía intramuscular y la segunda por vía oral, como si fuera un jarabe. Además de este tratamiento, estos neonatos necesitan estar en unas condiciones muy especiales.

Fuente: Consumer.es

Adaptado: Equipo DulceSofía

 

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