El corazón, además de ser un órgano vital, es un órgano lleno de sorpresas. Al parecer el corazón, de acuerdo a ciertas investigaciones científicas, produciría hormonas que lo convertiría en un órgano quema grasas; capaz de reducir el tejido adiposo. Esto podría ser mucha utilidad para todos aquellos, que por diferentes causas se les hace difícil bajar de peso.
La obesidad puede deberse a múltiples causas, una de ellas está relacionada con la dificultad para quemar las grasas. Este proceso puede ser deficiente o funcionar en forma inadecuada, dificultando la conversión de grasa blanca en grasa parda. Si esto ocurre adelgazar es más difícil.
Al parecer el corazón segregaría hormonas (péptidos natriurético cardíacos), que podrían facilitar la combustión de grasas para obtener energía; y transformar la grasa blanca en grasa parda.
Por otro lado, de acuerdo a estas investigaciones, estas hormonas también evitarían que las grasas se depositen en el tejido adiposo, ayudando a que se quemen rápido. Es decir que las hormonas del corazón actuarían a partir de 2 mecanismos de acción.
Estos hallazgos son muy importantes porque ayudan a entender ciertos procesos metabólicos que puede influir en una enfermedad como la obesidad. Si bien es necesario seguir estudiando estos mecanismos, pueden ayudar a encontrar alternativas diferentes de tratamientos, especialmente teniendo en cuenta en que existen diferentes causas de obesidad y muchas de ellas están relacionadas con procesos físicos hasta ahora no muy esclarecidos.
De igual modo, no hay que olvidar que los cambios de hábitos y formas de vida son medidas necesarias e indispensables para reducir la epidemia de la obesidad, y sobre ellas es necesario hacer hincapié para revertir esta situación que se cobra la vida de millones de personas en forma directa o indirecta.