Amigas

El mejor enemigo de otra mujer puede ser otra mujer



Asistía al cumpleaños de una muy querida amiga, cumplía una década más. Como todos sabemos el cambio de las décadas son importantes porque generalmente significa el cierre de un ciclo y el comienzo de una nueva etapa.

El convivio se llevo a cabo amenamente durante la tarde; fueron invitadas únicamente mujeres, todas quisimos dedicarle algunas palabras de reconocimiento a las cualidades de la festejada, ya que es una mujer realmente con el don de gente, sabe ser amiga.

A la reunión invito a diferentes amigas y conocidas e incluso algunas de ellas eran de la etapa de su adolescencia; bailamos, contamos chistes, etc. Y cuando ya quedábamos pocos invitados una de ellas, -le llamare Resenti-, se dirigió a la festejada de una manera muy seria y le dijo:

- Hace 10 años yo cumplí cuarenta, organice mi fiesta de cumpleaños, donde la mayoría de la gente iba bien arreglada, y tu en cambio te atreviste a asistir a ella vestida de pants, después de que habías acudido a los partidos de beisbol de tus hijos. No obstante veme.

Resenti le recalcaba, señalando su traje sastre como si fuera el de una marca extraordinaria, una y otra vez, le estuvo insistiendo lo inapropiadamente ataviada que mi amiga había asistido a su fiesta de hace 10 años. De hecho le comentaba que hizo a un lado su disgusto de entonces para acudir a la fiesta y festejarla.

La verdad es que al observar esta historia veo que la congruencia no se le da, y sí el resentimiento en grandes cantidades. El perdón vaya que es un tema. En alguno de los cursos que he expuesto me base para hablar de ello en un libro titulado No perdones demasiado pronto, habla de todo un proceso, pero que pasen 10 años y aún se sienta ofendida por como iba vestida una de los invitados deja mucho de que hablar.

¿A ti qué tanto te importa la forma de vestir de la gente?

Por: Perla Arbide

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