Escrito por: Evangelina Jiménez N
La orden de no recordar, de repente no es tan clara, por eso entiendo que se confunda mi mente y reconozco que a veces no sé cómo dar la orden, ignoro totalmente como dejar de recordar, supongo que tampoco hay receta para eso.
Admito que tal vez me cueste trabajo dejarlos ir porque los recuerdos son hermosos, de repente se trasladan a mis sueños y son aún más bellos, pero no tienen materialización sino en el pasado, debo aprender a dejarlos en su justo lugar, atrás, en el pasado, porque ya pasó y no pasará más.
Entonces hoy decido recordar, no daré más órdenes a mi mente de no hacerlo, no solamente porque ignoro el cómo, también porque no es sano ordenarle al cuerpo que no haga lo que por naturaleza manifiesta, si quiereTe quiero y a veces te extraño pero eres un maravilloso recuerdo que nunca morirá
recordar pues que recuerde, de todos modos me sacan una sonrisa.
Voy a ponerle un diente de sensatez y coherencia a mis recuerdos, los dejaré en el sitio que pertenecen y recurriré a ellos sin melancolía y con la simple acción de recordar, a la par te dejo ir con el menor de los egoísmos.
Gracias por tan maravillosos momentos que hoy se traducen en pasado con sabor dulce-amargo, finalmente agregan a mi esencia lo que es hoy y darán al transcurso de mi vida la alegría de eso, de simplemente recordar. Los libero en este momento, que se aparezcan cuando así lo requieran. Con el tiempo la carga de sentimientos será menor, la confusión se perderá en el transcurrir de los días, en la monotonía, en el día a día que me permitirá construir nuevos recuerdos y a ti también.
Esos nuevos recuerdos podremos compartirlos con las personas que nos ayudaron a forjarlos y con las que aún no conocemos, prometo platicar los mejores recuerdos que tuvimos, sé que no podemos contárnoslos tu y yo, pero nos quedan siempre para un futuro que hoy pasado es.
Y no es que eso me baste, es simplemente que eso es, la esencia del recuerdo es ser recordado. Te quiero y a veces te extraño pero eres un maravilloso recuerdo que nunca morirá.
Escrito por: Evangelina Jiménez