Escrito por: Revista SuperMujer
Nunca pensé que escribiría sobre el poder del pensamiento negativo. Acostumbrados estamos en pensar que todo es posible. Si se quiere se puede. Que la ley de la atracción. Que la vibra positiva. Pero lo cierto es que si nos detenemos un poco a pensar en el Tao. En el poder del ying y el yang. En que nada es positivo ni negativo. Que se trata simplemente de energía complementaria. Quizá entonces empecemos a dar cabida al pensamiento negativo. A la fuerza del pensamiento negativo.
En la consecución de nuestros propósitos, en la búsqueda de los sueños, se requiere estructura. Pasos, métodos, herramientas. Una parte valiosa será escribir una lista de problemas o retos. No tengo suficiente dinero. No tengo tiempo. Las mujeres no escalan puestos en la empresa donde trabajo. No tengo ritmo. Lo que sea. Estos pasos al parecer negativos no son más que retos. Son parte del juego. Ello lo resolveremos de una u otra manera. Digamos que es la parte divertida.
Pero hay otra parte, en la búsqueda de nuestro sueño, que es aquella voz que no nos permite arrancar. La que le pone pero a todo. Podría pedir prestado pero seguro me lo niega. Podría tomar clases pero no soy bueno. Todos tenemos esa vocecita negativa muy en el fondo. Pues ya va siendo hora de sacarla y gritarla a los cuatro vientos. Es hora de enojarte. La ira puede ser positiva si nos lleva a mejores estadios.
Enojo
Cuando tu hijo llegue de la escuela muy enojado. Cuando salgo enojado de su cuarto. Deja que explote un poco. Escucha. Quizá hasta ponte de su lado. No trates de mostrarle el lado positivo. Mejor súmate con él a su indignación. Algo de razón tendrá. Al dejar escapar esa energía vendrán nuevas ideas. Nueva energía para enfrentar los retos de otra manera.
Escrito por: Equipo SuperMujer
