Dice una frase que “al primer amor se le quiere más y a los otros mejor”. Tal vez sea cierto, después de todo, nuestras primeras experiencias en cualquier ámbito siempre dejan un recuerdo más marcado en nuestras memorias, especialmente si se trata de nuestras emociones.
El primer amor nos abre la puerta a nuevo mundo, a una forma de vida que no habíamos conocido, es gracias a este primer amor que se da una de las más grandes transformaciones de nuestro ser: nos sentimos grandes y más seguros, pues dado que el primer amor suele darse en la etapa de la adolescencia, es también una señal de que hemos dejado de ser niños. Ponemos de lado el amor a nuestros padres para dar cabida a una especie de amor hasta ahora desconocida, el amor de pareja, nuestro primer amor.
Con el primer amor se aprende a ver las cosas de forma diferente, se mejora el ánimo e incluso, la autoestima, todo lo vemos color de rosa. Pero el primer amor también sirve de puerta a otro tipo de emociones desconocidas, es a través de él que experimentamos por primera vez emociones negativas como los celos, la desilusión –propia de la idealización del primer amor y el descubrimiento de que la persona amada no es lo que imaginábamos– o la depresión y sensación de fracaso que pueden presentarse cuando la relación termina.
El primer amor es sumamente romántico e idealista, se convierte en una de las prioridades de los adolescentes en una etapa en que tiene grandes incertidumbres e inseguridades. Entre todo el torbellino de emociones propios de la edad, ese primer amor puede tornarse en un gran impulsor o en una terrible depresión, es por eso que los padres deben estar alerta de sus hijos adolescentes.
El primer amor no sólo es importante por ser nuestra primera experiencia, sino porque además es algo que marcará la forma en que nos relacionemos con el sexo opuesto. Consciente o inconscientemente, tomaremos de referencia a nuestro primer amor para nuestras futuras relaciones. Si nuestra primera relación fue tormentosa, es probable que inconscientemente estemos buscando parejas que se parezcan al primer amor. Es importante identificar los patrones que estamos siguiendo, pues sólo así podremos romperlos en caso de ser necesario.
La mayoría de la gente tiene que pasar por muchas relaciones para encontrar el amor de su vida, otros, tal vez más afortunados, lo encuentran en su primer amor, pero no importa cuál sea el caso, no cabe duda que el primer amor es único e inolvidable, y si bien, a menudo no madura en un amor para toda la vida, es un amor que ocupará un lugar en nuestra memoria, toda la vida.
Escrito por: Elena Pedrozo
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