Bienestar

Elecciones

eleccionesA cada paso, cada día, en cada instante de nuestra vida, estamos eligiendo. La vida es un mazo de naipes; al abrir los ojos; sacamos una carta. Cada carta puede ser un AS; aunque a veces la veamos como la carta de más bajo valor.

Pero ¿¿ qué elegimos? Todo. ¿Todo? Incluso hasta aquellas situaciones que a diario nos generan “cansancio”, “bronca”, o “decepción”.

Lo que sucede es que al vivir en automático, vamos, hacemos y deshacemos; sin tomar plena conciencia de que somos nosotros quienes elegimos.

Elegimos cómo sentirnos frente a lo que sucede, elegimos decir y callar, elegimos enojarnos, y sonreír, elegimos quejarnos e ir a trabajar; gritar, amar, resentirnos, aceptar, o resistir.

Tal vez, surge la pregunta paradójica ¿Para qué elegimos cosas o situaciones que nos hacen daño?

Las elegimos porque lo hacemos desde nuestra capacidad de interpretar, y desde el particular observador que somos de la vida.

A veces creemos que tal o cual cosa será beneficiosa, o que no tenemos otra oportunidad, y con el paso del tiempo nos damos cuenta que no era así. Pero sea como sea, elegimos lo mejor que a cada momento podemos elegir, con las herramientas que en ese momento tenemos.

Por eso cuando escojas algo para tu vida, haz la compensación en forma positiva. Es decir, al elegir, discriminamos, tomamos esto y dejamos lo otro; pero entonces lo que tomas: ¡valóralo!

No te quedes con lo que elegiste sufriendo por lo que quedo fuera de tu vida. No tiene sentido. Intenta repensar, una y otra vez, tus elecciones, y vívelas al máximo.

Elegir es darnos la posibilidad de tomar para nosotros lo que creemos que es lo mejor. Disfruta de esta oportunidad de vivir intensamente.

Pueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija a una o a otra. (Henrik Johan Ibsen)

Escrito por: Chuchi González

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