CEscrito por: Evangelina Jiménez
Cierto es por supuesto, que nosotras nos ponemos de malas y súper sensibles “ciertos días del mes” y ya aquí entre nos “insoportables”, que cuando decimos una cosa decimos otra, que queremos que lean nuestras mentes y cuando le atinan, nos molestamos porque no lo dijeron de corazón.
Pero ojo ¡¿“la guerra de los sexos”?!, me niego a estar en una trinchera con la persona que dormirá a mi lado, NO ES UNA GUERRA, todo el tiempo estamos entre el “ellos” y “nosotras”, claro que no vamos a entendernos al cien por ciento de forma tal que seremos felices para siempre jamás, así como tampoco es cierto que se va a acabar el hambre en el mundo.Amemos su simplicidad y no condenemos nuestra complejidad porque precisamente la combinación de ambas es lo que nos hace complementarnos
Pero podemos intentarlo, cuando nos dicen no, es realmente no, y viceversa, tal vez deberíamos empezar por darles una oportunidad y para ello tenemos que aceptarlos tal cual son, su mamá ya los educó esa no es nuestra tarea, amemos su simplicidad y no condenemos nuestra complejidad porque precisamente la combinación de ambas es lo que nos hace complementarnos. Hay que estar seguras de quienes somos, querernos mucho a nosotras mismas, aceptarnos y aceptarlos.
Una vez asimilado lo anterior, seguramente podremos empezar a disfrutar una relación que comienza sin estar esperando el primer error, darnos cuenta que no es tan malo recordarles que bajen la tapa del escusado, así son y así serán, no van a cambiar y nosotras ¡tampoco!, hay que ceder poquito y negociar.
Demos el ejemplo y tratemos de pasar el mensaje a los que apenas empiezan a descubrir las relaciones amorosas, haciendo hincapié en lo importante y fundamental que es la aceptación, tal vez así podamos convivir civilizadamente, no sólo con el sexo masculino sino también con todas aquellas personas que son diferentes a nosotros en cualquier sentido.
Escrito por: Evangelina Jiménez