Escrito por: Yraida Carolina Moreno Luna
Rupturas, enfermedad, mudanzas, despidos, problemas económicos, contradicciones en el liderazgo, ¡crisis!, ¡miedo! ¿Alguna de estas palabras te es familiar?
Para mí, es como si se tratase de un iceberg: un pico de hielo que se asoma a la superficie del agua y debajo se encuentra el resto de la montaña. Arriba en el pico lo que puedo ver: el problema. Abajo en la base de la montaña lo que puedo sentir: los ánimos.
Con esta imagen quiero mostrarte que muchas de las cosas que nos afectan, a la hora de tomar decisiones ante el cambio, no se encuentran en el pico sino en la base de la montaña. Lo que realmente determina el cómo nos sentimos ante nuestros problemas y retos: nuestra actitud.
Aun cuando no podemos controlar las circunstancias y los cambios que se avecinan con ellas, si podemos adueñarnos de nuestra actitud y del cómo responder ante tales eventos. Mil horas de ejercicios, spa, sexo y conversa son útiles para hacerle frente al estrés, que puede ocasionar el hacerle frente a las circunstancias, sólo de manera temporal si no van acompañados de un cambio de actitud.
Gracias a Leo Alcalá, comparto contigo estas 8 sencillas y potentes determinaciones, útiles para adueñarte de tu actitud, disminuir tu estrés y empoderar tu capacidad para manejar el cambio:
1. En vez de resistir, YO ACEPTO: Cuando te resistes, aumenta tu estrés y le das poder aquello que estás resistiendo. Al aceptar y soltar tu resistencia, recuperas tu poder y te sientes mejor. En este momento, en tu trabajo, en tu vida ¿Qué es importante aceptar? ¿Qué puedes dejar de resistir? Acepta lo que es y cambia lo que en ti está modificar.
2. En vez de resignarme, YO APROVECHO: Es fundamental aprovechar tus posibilidades de acción inmediata y transformación a futuro. Esto es lo que hace la diferencia entre la resignación y la ambición activa de mejorar tu situación. Aprovecha lo que sí está en tus manos hacer, sobre aquello en lo que si tienes injerencia y te es posible llevar a cabo. ¿Qué oportunidades puedes aprovechar? Ponte en movimiento, aprovecha lo que sí está en ti lograr.
3. En vez de evadir, YO ASUMO: El reto y la esencia de la madurez está en asumir lo que es tuyo, la forma en que tú has contribuido a lo que hoy sucede y la oportunidad que tienes para cambiar las cosas. Si evades tu responsabilidad, niegas tu capacidad para aprender. Cuando asumes lo que es tuyo, te adueñas de tu poder al momento que tomas conciencia sobre lo que puedes aprender y mejorar.
4. En vez de sólo desear, YO ME COMPROMETO: La única manera de obtener resultados diferentes es haciendo cosas distintas. Tus hábitos pueden ser una clave, algunos cambios simples pueden hacer la diferencia. ¿A qué simples cambios te comprometes para lograr lo que necesitas para sentirte mejor? ¿Qué hábitos constructivos y positivos puedes incorporar en tu vida?
5. En vez de preocuparme, YO ME OCUPO: Hay situaciones en las que hagamos lo que hagamos no podemos influir sobre ellas ¿Qué caso tiene preocuparte por aquello que escapa de ti? Quizá no puedas cambiar tus circunstancias, a cambio: si puedes tomar una actitud que te permita fluir con ellas.
6. En vez de olvidarme de lo que tengo, YO AGRADEZCO: Cuando las circunstancias nos abruman y los niveles de estrés se incrementan, es normal que pierdas la perspectiva y te desconectes de lo que tienes. Corres el peligro de dar por sentado y olvidarte de lo que realmente llena tu vida y constituye tus éxitos y fortalezas. La gratitud te permite: conectarte con la abundancia y magia de tu vida, enfocarte en lo que tienes para continuar avanzando hacia tu éxito y plenitud. En la gratitud se desvanecen los miedos, te das cuenta que has recibido y tienes más de lo que creías. Recuerda los miles de regalos que has tenido en forma de: experiencias, amistades, aprendizajes, momentos, oportunidades, amores, talentos, fortalezas, conocimientos. ¿Qué podrías agradecerle hoy a la vida?
7. En vez de desconfiar, YO CONFÍO: ¿crees que tus circunstancias negativas son permanentes o elijes creer que todo se mueve en ciclos y que después de la tormenta viene la calma? ¿Estás al efecto de las circunstancias o eliges creer tener la capacidad para salir adelante? ¿No te sientes seguro de quiénes te acompañan o decides confiar en la capacidad del otro? ¿Tus problemas son más grandes que tú o eliges tener fe en que tú puedes mirar el aprendizaje que viene detrás y lo tomas como oportunidad de mejora? Confiar o no confiar, la decisión es tuya.
8. En vez de visualizar en negativo, YO APUESTO A GANAR: Henry Ford decía “si crees que puedes o crees que no puedes, estás en lo cierto”. En ti está la decisión de elegir conscientemente apostarle a tu éxito y tener fe en que todo lo que sucede es lo mejor.
El miedo se alimenta de una proyección mental catastrófica de lo que puede suceder. Esa misma energía puedes utilizarla para enfocarte en lo que realmente deseas: tu éxito ante el cambio. Es más que simple pensamiento positivo, es más que pretender ingenuamente que todo va salir bien por el simple hecho de pensar que así será.
Ya aceptaste la realidad tal como es, también identificaste lo que puedes aprovechar de las circunstancias, has asumido tu responsabilidad en el proceso, estás comprometid@ a la acción y estás ocupándote de lo que es posible. Conectad@ con la gratitud por lo que ya tienes, decides confiar en ti, en el otro, en el proceso. Ya lo que queda es apostar a ganar y llevar tus decisiones a la acción.
Yraida Carolina Moreno Luna
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