Una gran ventaja que tienen los adolescentes es que tienen menos responsabilidades y más tiempo que perder, a diferencia de los adultos que deben estirar sus 24 horas de día para ganarse la vida. Aunque el riesgo es considerable cuando hace falta de experiencia y conocimiento, un adolescente puede comenzar con lo que sabe: ser joven.
Los nuevos empresarios que rondan los 16 y 21 años muestran más vitalidad y perseverancia que personas de mayor edad y experiencia. La mente de un adolescente crece y aprende tan rápido como se actualiza la tecnología en la actualidad. Gracias a esta habilidad, un joven de menos de 18 años llega a ganar hasta 50 dólares por día si sabe cómo hacerlo. Presta atención.
Piensa Joven
Una considerable parte de la población está compuesta por adolescentes con una mente curiosa. Introducir una nueva línea de ropa que se ve como una explosión del pasado podría no captar su atención. Pero si piensas poner en marcha un negocio, por pequeño que sea, destinado a otros jóvenes, tú mismo debes sentirte identificado, conectado o atraído por el producto o servicio que ofreces. Ahí ya tienes gran parte del camino cubierto.
Extraerlo de la realidad
La gente práctica prefiere comprar lo que necesita en lugar de comprar lo que quiere. ¿Reconoces la diferencia? Tal vez te gustaría un jugo de manzana para saciar tu sed, pero todo lo que necesitas es agua. Debes cubrir las necesidades esenciales primero y después, a partir de eso, innovar. Nunca te conformes con lo tradicional y básico. Suma a lo que ya existe. Improvisar. El agua siempre será el agua, pero cuando se mezclan los minerales y electrolitos, ¡zas! nace una bebida energética.
Usa la tecnología
La información antes se conectaba a un tubo. Ahora, vuela con el viento. La tecnología informática se está convirtiendo en una necesidad para todos. Se ha logrado mejorar el rendimiento de los establecimientos comerciales, grandes o pequeños. Si navegas en Internet, miles de millones de anuncios inundan tu pantalla. ¿Por qué no hacer clic en uno de ellos? Uno nunca sabe cuando podría interesarte. Esa es la razón por la cual debes familiarizarte con el uso de la tecnología para los negocios.
¿Y de dónde saco dinero para empezar?
Poner en marcha un negocio puede verse difícil si no tienes los recursos disponibles para financiarla. Pero ¿te vas a rendir por eso? Si tienes 13 años puedes hablar de manera convincente con tus padres o parientes cercanos, tratar de hacerles entender que tienen la edad suficiente para hacer funcionar tu propio negocio y que no piensas utilizar el dinero para un videojuego.
Si tienes 16 años, puedes pedir prestado a tus amigos o alguien importante. En el momento que cumplas los 18 años, se abren muchas posibilidades de obtener capital de otras fuentes. Hay empresas o instituciones bancarias con programas especiales para jóvenes emprendedores. Con determinación podrías ver tu dinero fluyendo en menos tiempo del que imaginas.
Es una excelente medicina para la falta de madurez de los adolescentes. No te conformes con sentarte en un rincón leyendo tus notas. Ser pequeño no significa que tienes que apuntar y actuar en pequeño. Vive a la conquista. Por algo hay que empezar.
Escrito por: Jack Wayne