Bienestar

Envidia entre hermanos

envidia-entre-hermanosLa familia, de origen, suele convertirse en un sistema en donde la lucha de poder puede ser tan fuerte, que logra dañar a un ser humano en su intento por hacerse una vida, incluso hasta la edad adulta.

Según Freud, todas las familias, al igual que los seres humanos, tienen dos tipos de energía:

a. El impulso de vida, libido o energía creativa.

b. Tanatos o energía, impulso destructivo.

La lucha de poder en la familia tiene sus comienzos en la pareja formada por el padre y la madre. Si los progenitores no resuelven sus diferencias entre ellos, van a involucrar a los hijos, los cuales, en su intento por lograr amor y aprobación dentro de una familia en donde no se les dio de manera incondicional o sana, van a buscar ese amor y aprobación a través de roles.

Esa etiqueta les da la identidad que nunca han tenido y que no pudieron desarrollar porque no tuvieron la aceptación suficiente para permitirse ser ellos mismos y así desarrollar su identidad, teniéndose así más envidia entre hermanos.

Virginia Satir dice: “Todo problema familiar en el fondo es un problema de pareja, donde se triangulariza involucrando a los hijos en un rescate”. Rescatar no es ayudar digo en “Legado a Isabel”, rescatar es resolverle las cosas a los demás como si el otro fuera un niño.

En estas familias se va a rescatar a uno de los dos progenitores (a quien ese hijo vea como la víctima), formando así “bandos” (el de papá y el de mamá), que dependen de tres factores:

1. Orden cronológico de nacimiento.

2. Género (masculino o femenino).

3. Características físicas (la bonita, la feíta) o si existe alguna discapacidad física o si se parece a una familia o otra por ejemplo: esta hija nació García, se parece a tu mamá ( la familia de él) este niño nació enojón como todos los Pérez.

Por ejemplo, el hijo mayor: él va a tener su alianza con el progenitor que tenga más poder. Poniendo un ejemplo de una familia hipotética, si la madre tiene más poder, su alianza es con el hijo mayor (orden cronológico), hombre (género predominante, sobre todo en sociedades machistas). Entonces, es muy probable que este hijo tenga asegurado el rol de héroe.

El héroe

Su función es resolver y proteger a sus progenitores. Es el ejemplo a seguir, sobre todo en edades tempranas. Es el que se encarga de dignificar a la familia, y puede llegar a tales niveles, que él se considera el responsable, “el protagonista”, en pocas palabras, el héroe. Él es quien parte el pastel y se queda con la rebanada más grande. Es el que se “preocupa” por ayudar a los padres, por ejemplo, si existe una mala situación económica, es el que se encarga de producir dinero para resolver la situación, a esto se le llama “rescate”, no ayuda, porque no se les enseña a que se responsabilicen, se les resuelve como si los padres fueran los hijos, cambiándose así los roles y enfermando aún más el sistema familiar.

Yo soy la hija de en medio de cuatro mujeres, y mi hermana mayor, como buena hermana héroe, decide todo lo que se hace en la familia, y el ejemplo más claro son las fiestas decembrinas. Este Año Nuevo ella decidió todo, como por ejemplo, hizo lomo de cerdo, a pesar de que yo soy vegetariana.

Mi padre, que no es más poderoso que mi madre, hambriento y desesperado pellizcó el lomo, y mi hermana le gritó muy fuerte, entonces mi padre se sintió nulificado y se subió a dormir, y yo me fui detrás de él. Así me doy cuenta de que mi alianza es con mi padre, que es el progenitor más débil…en fin, con esta situación me quedó muy clara la dinámica de mi familia.

Sandra

La vida de adulto del héroe es un constante esfuerzo por aparentar que sigue siendo el ejemplo a seguir, aunque no sea así. Algunas veces son personas que guardaron tanto, que es muy difícil llegar y conocer sus sentimientos, y a veces de tanto guardarlos, pueden tener un cúmulo de sentimientos y necesitar la misma cantidad de alcohol o droga para tapar esos sentimientos. También el haber sido sobreprotegidos los convierte en unos inútiles ante los ojos de los hermanos o por lo menos no en el héroe que tanto les platicaron.

El facilitador

Puede ser el segundo hijo, y si es mujer tiene más probabilidades de ser “la facilitadora”. Esta hija ayuda al hermano mayor en su afán de resolverles la vida a los padres. Suelen llevar agua al mismo molino, en eso coinciden.

El facilitador también tiene una unión con el progenitor que tiene más poder. El héroe dice y el facilitador hace. Por ejemplo, el héroe dice: la Navidad se celebrará en Beirut, y la facilitadora organiza todo (claro, a su manera para que así sea).

Aunque siempre aparenta más de lo que hace, en ocasiones su papel consiste en mandar y delegar. Tiene problemas con el chivo expiatorio (que se explica más adelante), porque su alianza es con el progenitor opuesto, y esto los vuelve muy diferentes de manera de ser. De hecho, son opuestos, tan opuestos como son el padre y la madre. Unos ven como el “bueno” ó la “víctima” a un progenitor y el chivo expiatorio ve como el “bueno” ó la “víctima” al otro progenitor.

El silencioso

Puede ser el tercer hijo (cuando son más de tres hijos). En caso de ser sólo tres hijos, los roles serán: el primero, héroe; el segundo, chivo expiatorio, y el tercero, facilitador o mascota.

Este hermano es el típico que ya de grande platica algo sucedido en la infancia y todos los hermanos le dicen: “¿Cómo? ¿Cuándo te sucedió eso? ¿Por qué nunca nos lo platicaste?”. Claro, pues su “lema” grabado en sangre era callar. Ese era el decreto. Tenía escrito “volverse transparente”, pues su manera de rescatar es no teniendo necesidades. Había ya tantos problemas en el sistema familiar, que lo mejor era decir “aquí no pasa nada”. Su manera de “ayudar” al sistema era no existiendo. De adulto se trata a sí mismo de igual manera no se ve a sí mismo, sus deseos, sus necesidades cuando está enfermo, etc.

El chivo expiatorio

Es el único que tiene relación con el progenitor más débil y es el único que lo ve como víctima. Casi siempre va a ser el hijo sándwich. Es decir, que en orden cronológico no es el mayor ni el menor.

Y en cuanto al género, puede ser mujer u hombre, pero si es mujer, tiene aún más posibilidades, y si físicamente tiene una discapacidad o si es “la feíta” o “la bonita”, es mucho más probable que le toque este rol.

La otra causa por la cual le toca este rol es porque es el único hijo que no tiene su alianza con el más poderoso de los progenitores, y esto lo convierte en el blanco de las energías destructivas de la familia.

La característica principal de este rol es que se encuentra dentro de una situación paradójica donde “haga lo que haga, siempre pierde”. Yo siempre escuché a mi padre decirle a mi madre: pero mi chiquita, nunca te doy gusto: si blanco, por blanco malo, si negro, por negro malo. Nunca logro complacerte, este es el cuento de nunca acabar…

Y ahora es lo mismo que me pasa con mi madre, siempre soy la mala, siempre soy la culpable de todo lo que pasa… si me callo, porque me callo, si hablo, porque hablo, en fin, puedo hacer lo mismo que hace el héroe o la facilitadora, pero en mí está fatal y en los otros siempre lo disculpa, lo niega o lo convierte en un secreto pactado con sangre.

Cristina

Yo sentí que siempre estaba mal, a veces hasta llegué a pensar que yo a todos hacía daño, que no merecía estar aquí porque era la causante de que todos mis hermanos sufrieran…

Ana

Tengo problemas con mi esposa y, sí, a veces tomo, pero para mi familia soy un alcohólico. Mi hermano mayor es un gran empresario, es el ejemplo de la familia. Él también está casado, pero además tiene amantes, y una de planta con un hijo. Toma el doble que yo, pero en él está justificado. “Es en comidas de negocios”, eso dice mi madre y, claro, a nadie se nos ocurre (más que a mí) hablar de los secretos del héroe, como por ejemplo, que tiene otro hijo con otra… pero de mí sí se puede hablar y hasta chismear.

Marco

La mascota

Suele ser el hijo o hija más pequeña. Su rol le pide dar diversión y esparcimiento a la familia. Cuando la tensión suele estar en lo más alto (por ejemplo, un enfrentamiento entre la facilitadora aliada con el héroe y el chivo expiatorio) la mascota entra a aliviar la tensión, hasta puede bromear. La mascota no tiene fidelidad con nadie, se mueve para donde los vientos estén a favor.

Las etiquetas van a ir formando diferentes perfiles de personalidad en los hermanos, es decir, que el héroe puede ser más “seguro de sí mismo” porque contó con la aprobación del sistema, a diferencia del chivo expiatorio, que tiene una autoestima más débil.

Así es como se fueron formando sus personalidades, con base en las etiquetas y roles; esto no quiere decir que así sean, sólo son etiquetas, no es su esencia. Son roles jugados entre hermanos, que deberían permitirse conocerse más allá de esa etiqueta de “el malo” o “el exitoso”.

Ni el chivo es malo, ni el héroe es bueno y exitoso. Todo son etiquetas. El héroe puede haber diseñado un teatro de “aparente éxito” y ser más duro y menos sensible que el chivo expiatorio. Aunque el chivo expiatorio puede haberse convertido en un ser muy destructivo al no haber sanado su parte dañada.

Todos los seres humanos, como dijo Jung, somos el blanco y el negro a la vez. Nadie es completamente bueno, ni nadie es completamente malo (aunque como excepción, el psicópata es un ser humano dañado emocionalmente que no siente el dolor ni culpa por infringirlo a los demás).

Como ejemplo nada como la ficción para reflejar la realidad. La historia de La Cenicienta es ideal para mostrar lo que sucede en muchas familias. La envidia entre hermanas o entre una madre (la madrastra es el lado oscuro de la madre, el hada es el lado creativo y generoso) con su hija por el afecto del padre.

La madre envejece y le cuesta trabajo aceptar que su vida no fue el cuento de hadas que le platicaron. El príncipe se convirtió en sapo, y es más atento con la hija que con la mujer a la cual le desgració la vida. Qué duro cuando el espejo muestra los años y la frustración de la vida y por otro lado ver a la hija, “la chiqueada de papá,” con toda su juventud y belleza, que aparte de tener el cariño de papá, tiene todo un futuro por delante y más hombres para ella.

La madre, en cambio, dedicó o “perdió” su vida por su familia, y no recibe gran cosa a cambio, sólo ve el gran cariño entre padre e hija. La envidia entre hermanos comienza con la lucha de poder entre los padres que asignan roles a sus hijos y crean alianzas con ellos, involucrándolos en “su lucha”.

Reflexiones:

Lunes: De la lectura de este capítulo, ¿con qué te identificas? ¿Te has descubierto rescatando y solucionando situaciones familiares? ¿Sientes que proteges principalmente a alguien en tu familia? ¿Cómo lo haces? ¿Cómo te sientes cuando rescatas?

Martes: ¿Tus constantes conductas son para facilitarle el camino a alguien de tu familia? ¿Qué ganas tú al resolverles el camino a los demás? ¿Tratas de demostrarles lo valioso que eres?

Miércoles: ¿Sientes que tus necesidades no son importantes, que puedes esperar tranquilamente a ser escuchado? ¿Cómo te hace sentir esta situación? ¿Crees que te has olvidado de ti?

Jueves. ¿Cómo te sientes cuando las personas a las que ayudas no te agradecen? ¿Cuál es tu sensación cuando haces las cosas para complacer a los demás y no quedas bien? ¿Qué necesitas hacer para cambiar esta situación?

Viernes. ¿Te has descubierto siendo mediador, alegre y optimista dentro de tu familia? ¿Para qué te sirve ser así? ¿Qué es lo que ganas? ¿Qué es lo que pierdes? ¿Cómo te hace sentir cargar con ese rol?

Sábado: ¿Cómo manejas tu etiqueta? ¿Qué aprendizaje te queda de la lectura? ¿Para qué te va a servir lo aprendido?

Escrito por: Martha Isabel Morales

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