Bienestar

Equilibrio entre vida personal y profesional

No somos los mismos en todo momento ni en todos los contextos. Tenemos una faceta laboral, de madres, de amigas o de hermanas. Y aunque todo forma parte de lo mismo, cada cosa tiene su tiempo y su lugar.

Con el desarrollo tecnológico, el uso de correo electrónico y smartphones, a veces nuestra vida laboral parece irrumpir en el resto de nuestras facetas o viceversa, y esto puede provocar problemas.

Es cierto que es difícil intentar separar estos ámbitos. De pronto será imposible sacarse de la cabeza un asunto personal mientras estamos en el trabajo o vendrá a nuestra mente una idea cuando estamos en medio de una comida familiar. De pronto tendremos que llevar trabajo a casa, o tendremos que dejar de lado el trabajo para resolver algún asunto familiar. Sin embargo, esas deben ser cosas eventuales y no la norma.

Pequeños rituales como cambiarte la ropa al llegar a casa o tener cuentas de correo separadas para cada aspecto pueden servir para hacer más clara esta distinción.

Hacer esta separación se complica cuando el trabajo se realiza desde casa. Pero tener un horario y espacio de trabajo determinado, pueden ayudar a hacer esta diferencia más tangible.

No es que trabajo y vida familiar estén peleados, pero sí es necesario darle a cada cosa su espacio y su lugar. Ambas cosas son importantes y no podemos descuidar una cosa por la otra. Hacer una clara distinción puede ayudarnos a reducir el estrés, aumentar nuestra productividad y mejorar nuestras relaciones familiares. A fin de cuentas, más que separar tu trabajo de tu familia se trata de aprender a enfocar tu energía en la situación correspondiente.

Escrito por: Elena Pedrozo

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