Bienestar

¿Eres una persona complaciente? ¡Toma este test y cúrate!

mujer_jugando_wii - personas complacientesEscrito por: Eli Davidson*

Tal vez hay algo en el agua de Kansas que es la poción de amor de los matrimonios arreglados. Como Barack Obama, yo soy media raza. Crecer como una cuáquera-judía en un camino de tierra en Bucyrus, Kansas no fue fácil. Mi mamá era cuáquera y mi papá judío. Ninguna de las dos religiones me afirmó. (...) Pase mi juventud puliendo mi acto camaleónico mientras me transportaba en dos mundos distintos con valores completamente diferentes. Aprendí a tomar mis claves de aquellos a mí alrededor en lugar de hablar. Encajar parecía más importante que ser la extraña colcha de retazos que era auténticamente.

mujer_jugando_wii - personas complacientesEscrito por: Eli Davidson*

Tal vez hay algo en el agua de Kansas que es la poción de amor de los matrimonios arreglados. Como Barack Obama, yo soy media raza. Crecer como una cuáquera-judía en un camino de tierra en Bucyrus, Kansas no fue fácil. Mi mamá era cuáquera y mi papá judío. Ninguna de las dos religiones me afirmó. Tal vez es por eso que escogieron nuestra existencia de “acres verdes con niños”. Ningún padre era granjero – entonces los fingimos. Fui a un preescolar en la ciudad de Kansas donde una mesera nos servia el lunch y pasabamos el fin de semana en la granja con niños que comían ardilla frita (no estoy bromeando… ardilla frita) Pase mi juventud puliendo mi acto camaleónico mientras me transportaba en dos mundos distintos con valores completamente diferentes. Aprendí a tomar mis claves de aquellos a mí alrededor en lugar de hablar. Encajar parecía más importante que ser la extraña colcha de retazos que era auténticamente.

¿Qué hay de ti?

El test de personas complacientes

¿Es difícil para ti determinar y mantener límites saludables?

¿Piensas que serás abandonado o castigado si dices o haces algo erróneo?

¿Dices sí cuando quieres decir no?

¿Haces cosas de las que luego te arrepientes, para que alguien tenga una mejor opinión de ti?

Si contestaste que sí a más de una pregunta, eres una persona complaciente.

Llénate

Veo los retos que esto implica en mis actividades como oradora motivacional. Cada vez que tratas de poner a la opinión de otros (pon tu favorito aquí) o cosas fuera de ti (pon tu favorito aquí) como responsables de tus sentimientos  o tu felicidad, te quedas atorada.

Cuando culpas a otros de esos asquerosos sentimientos (como son… miedo, enojo, frustración, desesperanza – agrega tu favorito aquí) te quedas atorada. ¿Por qué? Aún cuando parezca grandiosa esa aprobación en el momento, nunca te puede llenar. Rayos. Desearía que pudiera. La he buscado por muchos años.

Y si tratas de sacar tu propia valía de las otras personas, eso significaría que tendrías que controlarlas para que te den lo que quieres. El gran problema es que en realidad nunca puedes controlar a nadie. Ellos ahora tienen el poder de controlarte. Entonces nunca obtienes todo el jugo de lo que quieres. Rayos. Desearía que pudieras. Pero no puedes. Entonces terminas sintiéndote decepcionado y abusado, en lugar de contento. La única forma de realmente llenarte es hacerlo desde adentro.

5 tips para reducir tu cociente de persona complaciente

1. Aprende a decir “no”

Si alguna vez has estado en alguna de mis presentaciones, estás al tanto de que tan poderoso es tu pensamiento intuitivo. Tú ya sabes lo que no funciona para ti. Empieza por poco. Practica diciendo “No gracias, aprecio que pensaras en mí” Las mujeres en particular se benefician al decir “No”. La gente rara vez lo toma como ofensa, y aquellos que lo hacen, no son personas que vale la pena complacer de cualquier forma.

2. El diario de querer o necesitar

Las mujeres están diseñadas genéticamente para dar. (Un ejemplo de esto es cuando el cuerpo de una mujer embarazada automáticamente filtra calcio de sus huesos a su bebé cuando no cuenta con suficiente) Parece contrario a la intuición poner sus necesidades primero. Muchos son adictos a complacer a las personas a su alrededor. Mantén un diario por una semana. Pregúntate ¿qué quiero? ¿qué necesito? Esto te ayudará a descubrir cuáles son tus propios límites.

3. Dónde están los límites de tu ciudad

Cuáles son tus límites saludables. Muchas personas no los conocen realmente. Una razón por la que utilizo la analogía de convertirte en alcalde de Ciudad Tú en mis programas, es que hace el tema de los límites personales y la responsabilidad muy accesible.

¿Es esta una decisión que me enriquece como persona? Es una pregunta que puedes hacerte para descubrir lo que es auténtico y saludable.

4. Dónde está la línea física

Nadie puede leer tu mente. Las personas complacientes tienen la loca idea de que sus necesidades no serán cumplidas – entonces permanecen en silencio y esperan que alguien las resuelva. Sólo por el gusto de hacerlo, pide exactamente lo que quieres esta semana. Pide la comida, película o helado que en realidad quieres.

5. Placeres simples en lugar de complacer gente

Haz algo por el simple placer de que te haga sonreír. Ve a una tienda de juguetes y cómprate una tiara, acampa en tu patio trasero, o toma lecciones de kayak. Elige algo que haz querido hacer, pero temías que otros encontraran frívolo. Hazlo de cualquier forma.

*Eli Davidson es columnista de The Huffington Post, oradora motivacional y autora del libro "Funky to Fabulous"

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