
Era una carta dirigida a mi cuando me encontraba en un internado de los Estados Unidos. La abrí cómo si fuera la primera vez que la leía, como si estuviera de regreso a mi temprana adolescencia. Mi corazón latía con mayor fuerza. Era una carta de mi papá. Estaba escrita en su pecosa y varonil letra manuscrita. Abrió con Mi queridísimo tesoro, después confesó te extraño terriblemente y cerró con un te quiero. Y yo que pensaba que mi papá era un hombre tosco y serio. Quería correr de alegría, quería abrazarlo, llenarlo de besos y darle las gracias por todo su amor. No pude hacerlo, mi papá murió hace ya unos años. Pero esta carta me ha servido para reflexionar sobre mi vida y para darme cuenta que si bien no era un padre perfecto sí era el mejor padre del mundo.
Muchas de nosotras tenemos una carta muy personal escondida en algún lado. Generalmente amarillenta y arrugada por los años, estas reliquias íntimas preservan rebanadas enteras de nuestras vidas. Las cartas personales son lo primero que abrimos cuando llega el correo. Normalmente las utilizamos para definir y terminar algunas de nuestras más importantes relaciones. Sin duda el escribir cartas trae consigo una carga emocional muy grande. Es una gran responsabilidad el tomar papel y lápiz y plasmar ahí nuestro corazón. Requiere de valor y honestidad. Sin embargo, el escribir cartas nos brinda muchas satisfacciones. Nos ayuda a terminar los asuntos que se quedaron pendientes en la vida. Es una forma para conocerte a ti misma y sanar viejas heridas, un medio para decir todas las cosas que nunca podemos decir, para sacarlas del corazón de una vez por todas. De lo agradable a lo penoso, de la crueldad a la bondad, al escribir cartas descubrimos qué somos en verdad.
Nos ayuda a soltar las anclas del pasado y nos impulsa con mayor fuerza a vivir cada día en plenitud.
CÓMO FUNCIONA
Tómate un momento para decir lo que tienes en mente. Cierra los ojos y repite:
Voy a sacar esto de mi corazón de una vez por todas. Siente cómo estas palabras corren por todo tu cuerpo. ¿Sientes que tu corazón se acelera?¿Estas respirando profundo? El solo pensar en la posibilidad de liberarte es una poderosa medicina. Y cuando de hecho tomas una pluma entre tus manos los resultados son asombrosos.
Trata de escribir una nota de agradecimiento a alguna persona que podría ser una maestra que te haya inspirado a dar lo mejor de ti. Después deslízate escribiéndole sus verdades a alguna persona que siempre te cayó mal. Después una disculpa pendiente a ése viejo amorío y un “Te Quiero” a ese amor imposible. Al estar practicando asuntos escondidos sin resolver, éstos se irán revelando por si solos, y querrás ir desenmarañando eso que te tiene atrapada.
El simple acto de escribir una carta a una persona en especial, a un problema o algún objeto inanimado abre las puertas para que fluyan las confusiones acumuladas y los sentimientos encontrados. Ayuda a aclarar tu manera de sentir y, al suceder esto, puede cambiar la relación contigo misma y con tu mundo. Al escribirle a una enfermedad, a una crisis o incluso a un maravilloso amanecer, sanará y renovará tu autoestima.
ESCRIBE A MANO
El escribir nos ayuda a relajarnos, nos ayuda a salir de la rutina, y a redescubrir el interior de nuestro cerebro ancestral, el cual es morada de nuestros sentimientos más profundos y de nuestra creatividad.
CUANDO ESCRIBIR
Escribe cuando te sientas emocionalmente herida consciente de que existe una persona o cosa específica que necesita tu atención, o bien escribe regularmente como una especie de ritual. Hay veces que unos se siente bombardeada por una palabra o una frase que ronda nuestro cerebro, ése es el momento de sacarla de tu cabeza y ponerla sobre el papel.
CÓMO EMPEZAR
¿Qué asuntos pendientes tienes en tu vida sin terminar de resolver por ahora?
¿Con quién, o qué, necesitas terminar?
¿Qué es lo que tienes ganas de decirle?
ESCOGE UN TEMA
Confesión o agradecimiento, reclamo o perdón, todo depende del estado de ánimo que tengas cuando te sientes a escribir.
NO LO OLVIDES
• No es un examen
• No hay fecha de entrega
• Nadie te lo va a calificar
• Es para ti
• No la envíes a nadie
• Escribe a mano
• Empieza como sea
• No trates de que lo que escribes tenga forzosamente sentido.
• Los borradores son innecesarios
• Olvídate de cómo se ve
• No le pongas censura a tus palabras
• La gramática no es lo importante
• Una simple oración esta bien
• Sigue escribiendo sobre todo si sientes la grandiosa necesidad de dejar de escribir
• No es necesario que borres, táchalo
• Las forma no es importante
• Utiliza muchos signos de puntación.... o ninguno
• La ortografía no importa
• No es necesario empezar con saludos formales, pero si lo consideras necesario hazlo
• No es una terapia, no tienes que interpretar tus palabras
• Sólo empieza a escribir