Los hábitos tienen una función: facilitar la vida. Son atajos que toma nuestro cerebro para simplificar lo que hacemos y permitirnos caminar, respirar o comer sin tener que pensar en ello. Sin embargo, es necesario estimular nuestro cerebro para esas otras actividades no automáticas, pues si dejamos nuestro cerebro avanzar en forma inconsciente, nos quedaremos estancados en nuestras rutinas.
Cuando permitimos a nuestra mente estar en constante aprendizaje y desarrollo, se abren muchas oportunidades, vemos el mundo de otra forma, estimulamos nuestra creatividad y potenciamos nuestro cerebro. La novedad brinda muchos beneficios a nuestra vida y nos da un sentido, pues avanzar nos hace desear llegar más lejos.
La innovación y la creatividad provienen del aprendizaje diario y de nuestra apertura a conocer. Aquí te traemos algunas ideas para estimular tu cerebro:
- Mira con atención todo lo que te rodea. Detente a observar los detalles y tratar de encontrar algo más.
- Aprende cosas nuevas. Sé curioso. La creatividad se alimenta de nuestros conocimientos y experiencias previos, es por eso que el aprendizaje constante es clave.
- Ve películas, lee, investiga. Trata de encontrar inspiración para tus ideas.
- Toma un rato para pensar y reflexionar todos los días, cuestiónate sobre ti mismo y lo que te rodea.
- Relájate. Haz ejercicio, sal a caminar, comparte un juego de mesa con tu familia. Saber tener esos momentos de ocio también es importante para el cerebro y es en estos momentos en que te desconectas, que a veces aparecen las respuestas.
- Busca nuevas rutas. No necesitas hacer siempre el mismo camino, trata de encontrar alternativas a tus trayectos o a tu forma de hacer las cosas, eso mantendrá tu cerebro activo.
- Trata de encontrar relaciones entre cosas que no las tienen.
- Lleva una libreta contigo para anotar lo que te llame la atención y las ideas que se te puedan ocurrir.
- Si tienes una idea, por absurda que te parezca, no la descartes al momento. Analízala y trata de encontrarle un nuevo ángulo.
- Piérdele el miedo a experimentar.
Escrito por: Elena Pedrozo
