Reseco, enmarañado, seco al tacto e indomable frente al cepillo es el aspecto que tiene un cabello encrespado, y sucede cuando la cutícula exterior del mismo se deteriora por lo que se queda sin protección. Ésta capa es la responsable de un pelo saludable, hidratado y la que protege cada fibra de las agresiones del exterior.
Su deterioro se produce por diferentes causas:
En un principio es la genética. Cada cabello no sólo tienen un color, un grosor y una forma distinta si no que también cada uno tiene una cutícula diferente. Pero el mayor causante de la pérdida de dicha cutícula son los agentes exteriores. Éstos provocan que el cabello se vuelva cada vez más seco y áspero al tacto.
Otro causante son los productos capilares inadecuados. Éstos pueden llegar a causar sequedad en el cabello y provocar que el encrespamiento aumente.
Para remediar este problema o para prevenirlo hay algunos consejos que puedes seguir:
1. Elige un champú hidratante y suave, que no contenga productos muy agresivos. Es muy recomendable utilizar un champú compuesto de aceite de almendra o de lavanda ya que hacen de reparadores del cabello.
2. Utiliza agua templada, no muy caliente ya que eso también estropea el pelo.
3. Si tienes el pelo seco es recomendable utilizar acondicionador y por lo menos una vez en semana una mascarilla. También hay acondicionadores para después del lavado. Si tienes el cabello graso no es aconsejable que utilices mucho suavizante a no ser que sea uno específico para cabello graso.
4. Sécalo con suavidad y cuidado ya que frotar el pelo contra la toalla provoca que se rompan más cutículas.
Por último, cuidado con el secador, ya que si no se utiliza bien puede provocar la pérdida de más cutículas y por lo tanto tendrás más encrespamiento. Antes de utilizar el secador aplícate algún tratamiento protector.
