La piel de naranja es tejido graso subcutáneo, que se ha acumulado y sobresale entre las fibras de tejido conectivo, de manera que forma una red de nódulos, de aspecto acolchado, que se asemeja a la piel de naranja. Esto puede ser debido a causas genéticas, hormonales o de edad y generalmente se acumula en la zona de las caderas, glúteos y muslos.
También puede ser debida a hábitos poco saludables, como una mala alimentación, ropa ajustada, malas posturas y estrés, entre otros.
Es muy importante practicar ejercicio físico, especialmente caminar al menos media hora diaria, ya que ayudará a mantener las piernas tersas y firmes y reducir la celulitis en caso de que exista; los ejercicios aeróbicos, como la bicicleta, el steep o la cinta andadora, ayudan a mantenerse en buen estado y evitar la piel de naranja.
Es importante hidratarse mientras se realiza ejercicio y, especialmente, beber agua diariamente, que ayudarán a eliminar toxinas y mantener la piel en buen estado, a la vez que se evita el estreñimiento y ayuda a mantener un buen tránsito intestinal.
Es importante llevar una dieta equilibrada, rica en fibra y con abundantes frutas y verduras, donde son importantes los cereales integrales. Se deben eliminar de la dieta los alimentos procesados, refinados y precocinados, así como las grasas, los fritos y la comida chatarra. Será esencial no fumar evitar el sedentarismo y dormir al menos ocho horas diarias.
Son importantes técnicas complementarias, como los masajes, la hidroterapia, el drenaje linfático, que activan la circulación y evitan la tan temida celulitis y movilizan la grasa y ayudan a disolverla; también serán adecuadas las cremas anticeluliticas, aplicadas de día y por la noche, que activan la circulación de la sangre por su efecto frío.