Fecha para recordar a los nuestros

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e estado meditando mucho lo que representa la hermosísima fiesta de días de muertos en nuestro país, ahora que soy mayor y tengo mayor capacidad analítica; pienso que la fiesta es hermosísima, porque no sólo nos exhibe como un pueblo o nación única en la que festejamos ese evento, que para cualquier otra idiosincrasia podría parecer horrible o temible; sino que en estas fiestas se da muestra de la gran creatividad de nuestros artesanos y de la población en general, se muestra o se hace despliegue de los riquísimos platos o recetas de cocina y de los riquísimos dulces, entre ellos, la siempre bien recibida calaverita de dulce.

En estas fiestas se da una mezcla colorida de las creencias que nos concilian con la prueba terrible de perder a nuestros seres queridos y nos da la oportunidad de recordarlos “como eran” antes de fallecer, así como del inevitable trance de la pérdida y el duelo, con la que provocan ese gran vacío; el que creo que a casi todos nos duele formándosenos un hueco en el estómago que se refleja al mismo tiempo en el corazón,uniéndose a la sensación de desamparo (bueno es así como yo lo siento, lo que pasa es que no es fácil describirlo)…con decirles que al estar escribiendo esta pequeña participación, se me hace un nudo en la garganta!!! Es que si lo analizamos bien detenidamente, es la única fecha en el año en que podemos recordar a nuestros seres queridos sin la sombra gris de la pérdida y la ausencia. Es la fecha privilegiada en que podemos recordar gustos y disgustos terrenales de los nuestros que ya pasaron a mejor vida.
Es la única fecha en el año en que podemos recordar a nuestros seres queridos sin la sombra gris de la pérdida y la ausencia Estas fiestas deben salvarse del agringamiento, de la apatía o escepticismo y del sabotaje de la mala economía; ya que es una tradición que refleja que somos unos seres muy humanos que nos damos valor para lidiar con la muerte y con el hecho supernatural de que nuestros difuntos vengan a visitar nuestras ofrendas, de manera que estén otra vez con nosotros para disfrutar de una fiesta en su honor; brindándoles los manjares que en vida disfrutaron...
Si no nos es posible gastar en armar una ofrenda como las que se ven en museos y panteones o en Mixquic, hagamos una pequeña ofrenda que tenga un toque personal y único, para que nuestros difuntos vengan a visitarnos y sean nuestros invitados de honor por una noche al año.
No seamos apáticos y disfrutemos de la idea de que mientras dormimos en nuestra cama, están llegando nuestros difuntos a darse un festín!!! Y perdamos el miedo a ese trance que con toda seguridad e inevitablemente algún día tendremos que experimentar, de manera que guardemos la esperanza de que cuando estemos en el más allá, alguien de nuestros seres queridos nos dará la oportunidad de regresar, para disfrutar de los placeres terrenales como son comerse un buen mole o tomarse un tequilita!!!"
Feliz Día de Muertos.

Escrito por: Rosalba Elizalde Perdiz