Escrito por: Chuchi González
“Somos todos diferentes, pero una vez que entendemos nuestras diferencias, entonces podemos ver nuestras similitudes” (Kiara Tatum)
Somos diferentes hombres y mujeres, lo sabemos; la biología es el primer factor que nos remite a la brecha de la no igualdad. Captamos todo nuestro mundo a través del filtro de la biología, es decir lo que vemos, escuchamos, sentimos está íntimamente vinculado a nuestros sistemas; por nuestro particular sistema visual captamos colores; los perros en cambio ven en blanco y negro; a partir de esta diferenciación podemos decir que no sabemos cómo son las cosas sino como las observamos; y si entendemos todo esto, ¿Por qué hombres y mujeres pretendemos que somos iguales? ¿Por qué buscamos que las respuestas del sexo opuestas sean como las que nosotros daríamos?
Los hombres y las mujeres pensamos, amamos y nos comunicamos distinto. Para mejorar las relaciones necesitamos reconocer las diferencias no como una “falla del otro” que es diferente a mí; sino como alguien “legítimo, diferente y autónomo”; con esto quiero decir “Que sí se vale que cada uno de nosotros seamos disímiles, disparejos, desemejantes”
Cada año millones de seres humanos iniciamos el viaje hacia el amor, ilusionados nos embarcamos en relaciones; las parejas se casan, otras se separan, y hasta algunos permanecen juntos por miedo o costumbre. Muy pocas vínculos logran ser sustentables en el tiempo, crecer en el amor, crecer con el compañero, caminar juntos la senda de la vida. ¿Por qué? Porque tal vez, son muy pocos lo que tienen la capacidad de reconocer lo que nos distingue, aceptarlo y respetarlo.
Veamos las diferencias…
- Las mujeres nos enfocamos más en el ahora
- Los hombres ponen su atención en el futuro
- Las mujeres se ocupan más de las formas de “ser”
- Los hombres se ocupan más del “Tener o el Hacer”
- Las mujeres somos emocionales, y tenemos más desarrollado el pensamiento lateral
- Los hombres son más lógicos, pragmáticos y lineales
- Las mujeres hablamos de lo que sucede; y hablamos mucho más cuando tenemos algún problema
- Los hombres son más callados, y cuando se siente con alguna preocupación se retiran a su interior
- Las mujeres podemos realizar varias tareas a la vez
- Los hombres se orientan más a la unicidad de las tareas
- Las mujeres gustamos hablar acerca de la relación
- Los hombres creen que es necesario hablar cuando algo está realmente mal
Estas son algunas de las discrepancias que en varias oportunidades nos resulta aceptar como “posibles formas de hacer o actuar”, pero entendiendo que existen variadas formas de actuar podremos lograr un equilibrio en nuestras relaciones; y encauzar las energías hacia la comprensión integral de lo que implica ser hombre y mujer, y sobre todo del amor.