Familia

Formas en que no habías notado que dañas a tus hijos

Como padres queremos lo mejor para nuestros pequeños, pero a veces decimos o hacemos cosas que aunque parecen insignificantes, pueden tener un impacto en la autoestima de nuestros niños; sin darnos cuenta, podemos estarle enseñando a nuestros hijos cosas que dañarán su salud emocional y su valor propio. Es importante ser conscientes de qué les estamos enseñando.

En un artículo para babble.com Jennifer Schlosberg nos habla de algunas de esas pequeñas cosas que hacemos sin percatarnos de lo dañinas que pueden ser.

Obligar a tus hijos a demostrar afecto

Probablemente en más de una ocasión te has encontrado con la situación: llegan los abuelos a ver a tus hijos pero por alguna razón, ellos no se sienten muy dispuestos a dar un beso o un abrazo, quizá preferirían seguir con sus juegos, han estado distraídos viendo la tele o simplemente no tienen el ánimo de ser afectuosos. Instamos a nuestros hijos a demostrar un poco de afecto a sus abuelos y entonces se sienten obligados a hacerlo.

Aunque esto parezca inocuo, lo cierto es que el mensaje implícito que le estás dando es que está obligado –si las circunstancias lo indican– a demostrar afecto aunque no se sienta en el ánimo de hacerlo. Le estás enseñando que debe satisfacer las expectativas de los otros para hacerlos felices, a costa de sus propios deseos y estás afectando su capacidad de expresar afecto de forma genuina. Es importante permitir que nuestros hijos expresen el cariño en sus términos y en el momento que ellos lo sientan así, no debemos hacerlos sentir obligados.

Creer que sabes cómo se sienten

Muchas madres tienden a ser un poco controladoras, pero esto no solo se ciñe a la disciplina o las guías básicas que se deben dar a los niños; a veces incluso afirman lo que sus hijos están sintiendo y quieren que actúen conforme. Esto es particularmente claro con respecto al frío y al hambre.

Les decimos a los niños que deben usar un suéter porque nosotros somos quienes tenemos frío, sin darnos cuenta de que quizás ellos están muy a gusto precisamente porque son mucho más activos que nosotros y terminarán incómodos y acalorados. Les decimos que se acaben la comida porque así nos enseñaron –hay que comer todo lo que se sirva– pero es probable que tu hijo ya esté satisfecho y le estés enseñando a ignorar las señales de su cuerpo.

El mensaje que le estás dando es que tú sabes más de lo que siente que él mismo, no lo dejas confiar en sí mismo y en lo que siente. Deja que aprenda a escuchar a su cuerpo y en sus propias decisiones, es algo que beneficiará tanto su autoestima como su salud.

Escrito por: Elena Pedrozo

Fuente: https://www.babble.com/kid/damaging-kids-self-esteem/

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