Ser madre es una decisión que desciende cada vez más de las prioridades de las mujeres. Antes que un bebé está el deseo de alcanzar el éxito profesional, ser estable económicamente y probablemente tener una pareja. Cuando esto al fin se ha conseguido, es posible que la mujer piense en tener un hijo…. y aquí el asunto se complica.
El punto máximo de fertilidad de la mujer se alcanza a los 25 años y empieza a disminuir a partir de los 35. Cuando las mujeres logran el éxito que han soñado, pueden estar superando los 30 años y las opciones de quedar embarazada ya no son las mejores.
Pero empecemos por definir el concepto de infertilidad femenina, es cuando se ha tenido relaciones sexuales durante 1 año sin usar ningún método anticonceptivo y no se logra el embarazo.
Algunas causas de no lograr el embarazo pueden ser:
- Problemas en la ovulación.
- Problemas en el moco cervical.
- Problemas en las trompas de Falopio.
- Problemas en la implantación del óvulo.
- Endometriosis.
- La fertilidad decrece a medida que la persona envejece.
- Enfermedades pélvicas infecciosas (EPI) que afectan el abdomen y los órganos femeninos.
- Fumar excesivamente, consumir alcohol o vivir con estrés. El consumo de drogas empeora la infertilidad.
Hay muchas maneras de tratar la infertilidad. Es recomendable hablar el tema en pareja, asesorarse con un psicólogo si es necesario y recurrir a un especialista que indicará cuál es el mejor procedimiento a seguir.
Actualmente ya hay más métodos para combatir la infertilidad, por ejemplo, la transferencia de embrión, cuando no tiene ovarios o sus ovarios no funcionan. Otra mujer, es inseminada artificialmente con la esperma de su compañero. Días más tarde, se extrae el óvulo fertilizado del útero de esta mujer. Luego, es colocado dentro de su útero.