Pareja

Juntos, pero no revueltos

juntosnorevueltosEscrito por: Merlina Meiler

¿Crees que es necesario hacer todo con tu pareja? ¿Que si tienen actividades por separado o discuten de tanto en tanto, las cosas están mal? Todo lo contrario…


He recibido muchas consultas de personas que suponen que si su pareja tiene alguna actividad en la que no participan, algo anda mal o el vínculo no es todo lo completo que quisieran. Un comentario que implique una salida con amigos o ir a practicar un deporte, por ejemplo, suelen convertirse en un verdadero sinfín de reproches y de malos ratos. Incluso obligaciones como juntarse a estudiar con un grupo o tener que quedarse trabajando tarde pueden generar que aparezcan fantasmas de celos y de angustia en quien considera unos ratos de soledad como desamor o inseguridad. Lo que tal vez no tienen en cuenta estas personas es que corren el riesgo de asfixiar a quien tienen al lado, si no le dejan expresarse y tenerLa compenetración entre dos personas que forman una pareja incluye también un espacio individual para cada uno, ya sea de acción como de pensamiento vida propia. Si tú no la tienes, experimentas una gran dependencia hacia tu pareja o no sabes qué hacer con tu tiempo libre, pues dedícate a enfrentar este problema y a tratar de solucionarlo, sin hacer todo lo posible para que quien comparte su vida contigo caiga en el mismo patrón emocional.
También están aquellos que, ante intercambios de ideas, se quedan tristes y pensativos, intentando dilucidar si la relación en la que están realmente vale la pena, es sólida o tiene futuro, debido al altercado que han tenido. No me refiero a parejas que constantemente pelean por cualquier cosa, sino a quienes, sanamente, expresan sus disidencias con respecto al punto de vista de la otra persona. Es imposible estar en un todo de acuerdo con lo que piensan los demás, esto implicaría cierto grado de falsedad o de condescendencia que nunca es bueno. Pensar distinto, hablar sobre ello y aceptar las diferencias fortalece toda clase de vínculos.
La compenetración entre dos personas que forman una pareja incluye también un espacio individual para cada uno, ya sea de acción como de pensamiento. Reencontrarse después renueva las ganas de estar con el otro. ¿Sueles dar este espacio?

Escrito por: Merlina Meiler
Coach y Master en PNL

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*