La obesidad se ha convertido en uno de los problemas socioculturales de mayor relevancia
Escrito por: Sophia Ourfali Jasqui
Es indudable que la cultura está viviendo un periodo en que se le da excesiva importancia a la delgadez, donde los medios masivos de comunicación tienen un papel importante y aseguran que “para ser bella debes ser flaca” lo que ha desencadenado una especie de epidemia, traducido en trastornos de la alimentación, ya sea bulimia o anorexia, y donde paradójicamente la obesidad y el sobrepeso están en incremento, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero.
En tanto que aquella persona que no cumple con dichos cánones sociales de alguna forma u otra se siente desplazada y peor aún es víctima de desprecio y rechazo social.
Siendo frecuente que dichas personas experimenten sentimientos de ansiedad significativos que alteren su adaptación a su medio ambiente, al igual que las personas que viven a su alrededor, y están al cuidado de estas personas con sobrepeso.
Por lo que este sentimiento de ansiedad se va extendiendo en la sociedad y llegan al punto de olvidarse ser sí mismos, de los problemas reales y convirtiendo “el bajar de peso” en una obsesión y provocando a la vez que la persona que sufre de obesidad tenga problemas en sus relaciones interpersonales.
De esta misma manera el comercio adquiere un auge en aquellos productos que ofertan un aporte energético inferior a lo tradicional, los que suelen ser los productos “Light”, sin embargo el comprar estos productos no garantiza ni implica que sean productos adelgazantes, como la mayoría de la gente lo cree.
Por lo tanto la obesidad se ha convertido en uno de los problemas socioculturales de mayor embargadora de los países desarrollados y en vías de desarrollo, con graves problemas socioeconómicos.
La escala de valores ha cambiado y hoy nos encontramos frente a un verdadero racismo “antigordo”, por lo que la estética no debe ser la principal (o al menos, no la única) preocupación en el caso de sobrepeso y la obesidad.
Hay que saber que ser gordo es un riesgo para la salud, es una enfermedad que hay que atacar, pero no un motivo de burlas ni de bromas.
Es importante reconocer que este problema se nos sale de las manos, por lo tanto debemos acercarnos a los profesionales, ya sea un nutriólogo, un médico, el pediatra, el psicólogo, un endócrino; de tal modo que el tratamiento sea multidisciplinario, dependiendo del caso y de la problemática en la que se encuentra la persona.
Escrito por: Sophia Ourfali Jasqui
Maestra en psicología clínica y psicoterapia.
sophiarayek@hotmail.com