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Por algún motivo, esa persona ya no representa para ti lo mismo que antes: te ha defraudado, ha cambiado sobremanera, han tomado distintos caminos en la vida o consideras que es mejor que ya no forme parte de tu entorno. Ya sea una pareja, un colaborador, o una persona que compartió situaciones contigo o estuvo cerca de ti en algún área: llegó el momento de decirse adiós.
Al despedirnos de alguien, es lógico que sintamos cierta tristeza e incluso melancolía: nos acostumbramos a contar con la otra persona, a su tono de voz, a su presencia en variadas circunstancias, y ahora se va a producir cierto vacío. Tal vez sea lo que precisamos para avanzar y crecer.
Para mí, la mejor manera de decir adiós es comenzar a elaborar el “duelo” con anterioridad a que se produzca el hecho. En este instante, por ejemplo, comienza a despedirte internamente de ese ser (aunque aún no se haya producido el corte formal). Desde ahora, comienza a pensar y a sentir que esa persona ya no forma para de tu cotidianeidad. Esta también es una excelente manera de verificar dentro de nosotros si el adiós es la mejor decisión y si, efectivamente, ha llegado el momento de hacerlo.
Entonces, con el correr de los días, ve tomando distancia interna: sin duda alguna, estarás más preparado el día que digas adiós, ya que habrás comenzado a transitar el recorrido antes.
¿Cuál es tu mejor manera de decir adiós?
Escrito por: Merlina Meiler
Coach y Master en PNL
Argentina.