Bienestar

La nueva NORMALIDAD

¿Qué entiendes por nueva normalidad? ¿Que te sugiere la palabra norma? Y ¿Mucho más nueva? ¿Crees que realmente el mundo está inmerso en una nueva normalidad? ¿Consideras que determinados tecnicismos nos llevan a ese paradigma?

Si te despojas de la cotidianidad y observar la vida actual, quizás comiences a entender que los parámetros que llaman norma, son exactamente los mismos. Vivimos en sociedades que se rigen por la norma individual, el placer inmediato, y el interés personal. Creemos que somos “solidarios”
porque “donamos la ropa que no usamos” “damos algunas monedas a un mendigo” o “colaboramos en momentos de catástrofes”, situaciones todas, que nos tocan de lejos, en la postura de espectador, como si pagásemos la culpa de estar del otro lado.

Ahora bien, en la actualidad “la pandemia” es el film en el que todos estamos involucrados. Y ¿Qué hacemos? ¿Adaptarnos a las nuevas normas? O ¿Seguir con las mismas? En el mundo, parece ser que la humanidad no comprende la importancia de abrir el corazón, de dejar de ser tan ególatras y empezar a vibrar con la conciencia de unidad. En diferentes países queda evidenciado que el nuevo orden es el de siempre, la individualidad y la supremacía “sálvese quien pueda.” Frente a “indicaciones de obligatoriedad” del uso de barbijo o cubrebocas sales a la calle y hay infinidad de individuos que no lo portan; ante la “imposición de distancia social” en el supermercado la gente, no sólo entra con familiares y hablan entre sí, sino que además se abalanzan para tomar un producto, violentando no sólo la distancia social sino el espacio personal; los restaurantes hablan de que está sanitizados y cumpliendo los protocolos y reciben personas sin los medios de higiene, los empleados entre ellos copan las aceras en reuniones sociales sin importar quienes pasan por
ellas, y muchos llevan sus cubrebocas como cubrepapadas.

Pregunto ¿Cuál es la nueva normalidad? Porque si bien hay otros que si cumplen; es la historia de siempre. La unión que hace a la fuerza para contrarrestar el virus, falta o falla. ¿Cuál es el inconveniente de andar con una tela que tapa tus fosas nasales y tu boca? ¿Qué derecho humano violenta? Ninguo. O quizás los defensores a ultranza de la individualidad podrán decir la LIBERTAD, la libertad de hacer con mi cuerpo lo que me de la gana, incluso enfermarme; y en algún punto de vista es real, pero el otro 50% es negarse a la posibilidad de apoyar a otros. La nueva normalidad se va a instaurar cuando los hombres – como especie- dejen de creer que
sólo importan ellos por sí mismos y adopten una conciencia de contribución y amor. No es necesario que usemos el cubrebocas porque tememos enfermar, lo podemos usar para generar menos miedo o resistencia en los grupos de personas vulnerables; lo podemos usar para no ser nosotros eventuales portadores de un virus y perjudicar a otros más expuestos, lo podemos usar para respetar lo establecido por el poder de turno, lo podemos usar como una acto de amor hacia nuestros hermanos en la cocreación de la realidad, lo podemos usar para mostrar respeto por los
caídos, lo podemos usar para atestiguar a favor de la salud, lo podemos usar como evidencia de que entendimos la fragilidad de la vida, que la pandemia nos dejo una lección, que la trascendimos, que anhelamos abrazarnos no en lo físico sino en la conciencia de plenitud, que todos valemos, que tenemos derechos, pero que sobre todas las cosas, todos somos UNO.

Chuchi Gonzalez
wwww.chuchigonzalez.com
Terapeuta Holística- Biomagnetista- Coach – Escritora

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