La primavera es la estación del año en la que hay más movimiento de energía; y hay quienes afirman que todo ser humano debe reactivar sus energías en los cambios de estación. El equinoccio que da entrada a la primavera es el más significativo. Según cuentan, los mayas y aztecas se preparaban para recibirlo con diversos rituales, para después demostrar a sus pueblos sus habilidades de astronomía, matemáticas, geometría y religión.
Hoy en día podemos ver miles de personas que abriendo los brazos y vestidas de blanco reciben la energía de la primavera desde las pirámides más representativas de nuestro México. Como dicen por ahí: "cada cabeza es un mundo" y cada uno de nosotros tenemos la libertad de disfrutar la primavera según nuestras creencias, costumbres y gustos.
¿Y qué hay con la energía?
Según el diccionario, la energía está relacionada con la idea de una capacidad para obrar, transformar o poner en movimiento; en física "energía" se define como la capacidad para realizar un trabajo. Por otro lado, es verdad que el estrés y la vida ajetreada a veces nos hace sentir sin energía. Pero podemos ponernos en la misma sintonía que la naturaleza en esta época del año.
Aprendiendo de su fuerza, equilibrio y armonía, para producir nueva vida. Para seguir su ejemplo, contamos con nuestra extraordinaria potencia interior que vibra con esta misma energía; debemos ayudar a liberar y depurar lo viejo, para que la nueva vida pueda expresarse en nosotros, con la misma generosidad y abundancia que lo hace la Madre Tierra.
