“… ¿Será que será suficiente con que uno elija? Porque sino la buena fortuna pasa de largo” Andrés Calamaro
Escrito por: Chuchi Gonzalez
“Cómo ha pasado el tiempo parece que fue ayer…” comienza la letra de una canción de José Luis Perales, mi anclaje revela mi contexto histórico; como también lo hace el discurso evocativo “hace 25 años que somos amigas”, “hace 20 veinte años que salí del secundario”, “hace 17 años me enamoré por primera vez, hace 8 años me di cuenta de que ya podía decir hace 20 años de tal o cual cosa, y aunque el tango diga “ que veinte años no es nada”, sostengo que cuando podemos rebobinar tanta película, es porque hemos crecido. Algunos leerán “no hemos puestos viejos, o rucos” pero no se trata de desestimar nuestro paso por la vida, todo lo contrario, busco recapacitar, para que recapitulemos el sentido de nuestra existencia.
La vida nos lleva como hojas de otoño sobre un arroyo fresco, a veces sereno, otras de corriente vertiginosa, y aunque en muchas oportunidades nos dejamos fluir, en otras tantas nos quedamos agarradas a la ramita seca o la piedra que hace detener nuestros pasos. Y desde ahí observamos la vida.
Todo está en cambio permanente y continuo, sin embargo nos aferramos a lo conocido y no nos queremos soltar, lo ayornamos, lo disimulamos, y en general andamos con el mismo par de lentes desde que nacimos para no perder de vista al mundo. “Aceptamos” lo cambios indefectibles de nuestro cuerpo, la ley de la gravedad, las sienes blancas, las arrugas, la grasa que se acumula en las caderas, o el cansancio que se instala en los huecos de nuestros ojos; aprendemos a que determinadas cosas “ya no son para nosotras” “que ha pasado el tiempo de la falda corta, de reír a las carcajadas sin motivo aparente, de la inversión en el tiempo personal, de los hobbies, de los amigos, de esos sueños que teníamos de adolescentes… Ahora son otros tiempos, las horas de la adultez, los roles han cambiado; hemos sumado responsabilidades, y ser responsables en muchas sociedades es sinónimo de “seriedad” ,y “pulcritud”. El trabajo, la casa y la familia para algunas mujeres, son el centro de su sistema; se han dejado a un lado a sí mismas, y aunque están satisfechas con esa elección, en lo más recóndito de sus almas, a veces sueñan.
¿Todo tiempo pasado fue mejor? ¡Esto depende de lo que quieras perderte en tu presente!
En alguna época, la trillada frase “volver a los 17” o “si yo tuviera 20”, suena como una sirena que anuncia que algo no funciona bien en nosotros. Inocentemente creemos que es “sólo una frase” pero el enunciado tiene mucho que aportar. Nos habla de las creencias que la sociedad de consumo nos ha impuesto como una verdad absoluta: para ser feliz hay que ser joven, delgada, hermosa y con dinero”; y si llegaste a los cuarenta del otro lado de la acera, claro que querrás volver a empezar; pero el tiempo es irrecuperable. Llorar, lamentarnos o vivir con cara de resignación, no ideará una máquina para volver al pasado. Y mientras detestas el ahora, como dirían Los Beatles “la vida es eso que sucede mientras haces otros planes”
Sin embargo, tenemos otra alternativa, y es comenzar a vivir nuestra vida desde el HOY, como el último día, no precisamos de un ultimátum para ponernos en acción. Disfruta quien eres ahora, y corta con la cadena de “lo que no has sido”, conéctate con tu ser, tus emociones, aprende de ti en estos peldaños de la escalera; explota al máximo tus virtudes y fortalezas, de déjate llevar por lo que sientes y al menos has “una locura” por mes, tu mente te lo va a agradecer por quitarte el apresto de la rutina, y tu rostro se verá rejuvenecido.
Mira a tu alrededor y agradece; reconoce a quienes están en tu camino, abrázalos, bésalos, diles cuánto los quieres. Reconcíliate con aquellas personas con las cuáles sufriste diferencias, sana tus heridas, para alivianar tu vuelo.
La fuente de la juventud vive en ti. El cántaro eres tú. Las pociones mágicas anidan en tu corazón. La vida que hoy tienes es la única que vale la gloria vivir. Suelta el pasado, y empieza a gozar de tu presente.
“No esperes a que un hombre muera, para saber que todo corre peligro” Joan Manuel Serrat
Escrito por: Chuchi Gonzalez
Escritora; Coach Motivacional
