¿Percibes el movimiento de la figura de la izquierda? ¿Puedes ver girando los círculos? Supongo que sabes que en realidad no se mueven, que tu cerebro te está engañando. Y es que en realidad no percibimos el mundo tal y cómo es, sino como nuestro cerebro interpreta que sea.
Tenemos la creencia de que vemos por los ojos, sentimos por el tacto y escuchamos por el oído. Si bien nuestros sentidos son parte importante del proceso a través del cual percibimos el mundo, es nuestro cerebro quien interpreta esas señales. Lo que significa que lo que percibimos como “la realidad” no es sino lo que nuestro cerebro nos hace creer que es cierto. No vemos las cosas como son, rellenamos los huecos con información pasada, explicaciones racionales o inventos de nuestra imaginación. Nuestro cerebro filtra el mundo para nosotros y vemos las cosas de forma ligeramente diferente a la realidad.
Nuestro cerebro necesita hacer que las cosas tengan sentido para nosotros. Es por eso que toma toda la información que recibe y como resultado nos da una visión del mundo. He aquí un ejemplo.
Esta increíble ilustración fue creada por Edward H. Adelson del Instituto de Tecnología de Massachusetts. ¿Me creerías si te digo que las casillas A y B tiene exactamente el mismo color? Puedes verlo en el siguiente video. Hemos cortado la casilla “B” y la acercamos a la “A” lo que deja ver claramente que el color de ambas casillas es el mismo.
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¿Cómo ha ocurrido esto? Nuestro cerebro entiende que el cilindro verde está haciendo sombra y también entiende que las casillas siguen el patrón de “claras” y “oscuras”, por lo que al sumar ambos factores llega a la conclusión de que esos son los tonos que debe tener cada casilla y las vemos en tonos diferentes ¡aun cuando sea el mismo color!
Nuestro cerebro necesita que lo que nuestros sentidos perciben sea lógico, cualquier cosa que no vaya de acuerdo al resto, será modificada por nuestro cerebro. He aquí otro ejemplo. En el siguiente video vemos a un hombre decir una y otra vez “bah bah”, luego, súbitamente cambia a “fah fah” o eso es lo que nuestra mente nos hace creer.
Lo que ocurre es que a nuestro cerebro no le gustan los conflictos, de tal forma que reinterpreta lo que percibe para que tenga sentido, esta ilusión es denominada el efecto McGurk. Dado que la vista es el más dominante de nuestros sentidos, el cerebro reformulará lo que escuchas para que no exista conflicto entre lo que ves y lo que oyes. En cambio si cierras los ojos, lo único que escucharás una y otra vez es el “bah”.
Tu cerebro incluso puede hacer que muchas cosas te pasen desapercibidas. Tomemos por ejemplo la siguiente imagen. Intenta enfocarte en el punto verde del centro por unos segundos.
Te darás cuenta que después de un rato los puntos amarillos comienzan a parpadear e incluso llegan a desaparecer. Este fenómeno es conocido como ceguera inducida por el movimiento, en el que el cerebro sacrifica ciertos afectos del campo visual, descartando la información que considera irrelevante para enfocarse sólo en lo importante. Esto ocurre porque sería muy desgastante para nuestro cerebro procesar absolutamente todo y por eso decide dejar ciertas cosas de lado.
Por último te dejamos un video sobre lo que algunos llaman ceguera atencional, en la que nuestra atención a determinada cosa evita que notemos el resto y que muchos ilusionistas utilizan a su favor para la realización de trucos de magia.
Escrito por: Elena Pedrozo
¿Qué te parecen estas formas en que nos engaña el cerebro? Déjanos tus comentarios