Autora: Adriana Barroso
Algunas personas cuando estamos a punto de decir lo que nos molesta, lo que deseamos o lo que nos interesa simplemente desviamos la conversación, contamos un chiste; en fin nos arrepentimos y no logramos el objetivo. O bien, cuando se ponen las cosas difíciles las abandonamos, o nos esperamos a que los problemas se resuelvan solos.
Para la Psicoterapia Gestalt la interrupción en la cual la persona estando a punto de llegar al satisfactor lo evita o busca alternativas que se le parezcan se llama “deflexión”.
Las personas que deflectamos o evitamos, tenemos un gran temor a enfrentar, por lo que llevamos grabado el mensaje: “no te enfrentes” y nuestra frase por excelencia es: “mejor lo evito”.
La deflexión nos sirve cuando queremos evitar problemas innecesarios, para evitar situaciones de peligro o cuando decidimos mantener una relación de manera superficial.
La deflexión nos atora cuando hablamos con muchos rodeos y no decimos lo que queremos, no nos comprometemos, le restamos importancia a las cosas, posponemos nuestros pendientes, nos molesta hablar del presente y sólo nos refugiamos en el pasado, no nos gusta mirar a los ojos, no terminamos las frases, en fin dejamos que el problema o las situaciones nos alcancen y a veces lo hacen como una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande conforme avanza montaña abajo, lo que nos hace vivir en una constante angustia.
Si después de esta lectura has descubierto que te encuentras en la deflexión te sugiero hagas una lista de tus temores o eventos angustiantes en la vida diaria y anota cómo los enfrentas o bien cómo los evitas. Si te atreves puedes dar un paso más y descubre cómo te sientes cuando has enfrentado y cómo cuando has evitado. Esta es una forma de darte cuenta de tu conducta y estarás en posibilidad de modificarla si así lo quieres y decides.
Si tienes alguna duda o comentario puedes escribirme a la siguiente dirección de correo electrónico: adrianabarrosov@gmail.com
