La contaminación y el acelerado ritmo de vida de las ciudades repercute sobre la salud
Gran parte de la población que habita en las ciudades está expuesta a niveles que exceden los límites permisibles de contaminantes en el ambiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido niveles tolerables de estos contaminantes en el medio ambiente, ya que tienen comprobadas consecuencias nocivas sobre la salud de las personas.
Sin embargo, las enfermedades asociadas con la contaminación del medio ambiente no siempre son tomadas en cuenta: los problemas respiratorios, las afecciones cardiovasculares y el cáncer son los más importantes. Aunado a esto encontramos el estrés el cual es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio de una persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación. En esta reacción participan casi todos lo órganos, incluidos cerebro, el sistema nervioso, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular. Estas reacciones a corto plazo no son dañinas, porque en realidad nos permiten defendernos del peligro, pero si esta situación persiste, la fatiga resultante será nociva para la salud general del individuo. El estrés puede estimular un exceso de ácido estomacal, que originará úlceras, o puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o un paro cardiaco.
El estrés prolongado puede causar enfermedades cardiovasculares, artritis reumatoide, migraña, calvicie, asma, alteraciones nerviosas, alteraciones de la piel, impotencia, irregularidades menstruales, colitis, diabetes o dolores de espalda.
Afortunadamente ya existen alternativas terapéuticas para prevenir, detener y tratar todas estás afecciones: La Medicina Hiperbárica, basadaAdemás funge como una medicina preventiva en las personas sanas y retardo en el proceso de envejecimiento tanto física como mentalmente en la inhalación de oxígeno puro al 100 por ciento en el interior de una Cámara Hiperbárica, es una alternativa eficaz en el tratamiento de múltiples patologías.
Esta terapia (OHB) induce al organismo a una regeneración celular y aumento del sistema inmunológico, estimulando los fenómenos propios de la curación, mejorando así el proceso natural de cicatrización (autocuración) del cuerpo.
Entre las patologías que más se benefician por esta terapia se pueden encontrar:
*Diabetes, *artritis reumatoide, *pie diabético, *insuficiencia vascular, *lesiones por radioterapia (óseas, cutáneas o de tejidos blandos), *infecciones severas como gangrena gaseosa o celulitis subcutáneas, *intoxicaciones graves con monóxido de carbono, *secuelas de eventos vasculares, *fracturas expuestas y colgajos, *osteomielitis crónica, lesiones por frío y quemaduras, *estrés, y migraña, *problemas geriátricos y neurológicos (alzheimer, parkinson, demencia senil, esclerosis múltiple y retraso mental entre otros), *lesiones por deportes, *problemas digestivos, *alteraciones de la piel , etc..
Sin embargo existen otras aplicaciones dentro de muchas ramas.
Está comprobado que las terapias de OHB desempeñan un rol muy importante para pacientes sometidos a cirugía plástica o reconstructiva, ya que disminuye el tiempo de recuperación en un 50%. Además de fungir como una medicina preventiva en las personas sanas y retardo en el proceso de envejecimiento tanto física como mentalmente. Los tiempos de exposición, los niveles de presión y la cantidad de sesiones varían de una persona a otra dependiendo de la patología a tratar.
AMOHRC, A.C., Asociación Mexicana de Oxigenación Hiperbárica y Regeneración Celular. www.albrenmedica.com