Sabemos que el ejercicio es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra salud, que nos ayuda a bajar de peso, a estar en forma, a sentirnos bien y mejorar nuestro sistema inmunológico, entre otros beneficios. Sabemos muchas cosas del ejercicio. O creemos saberlas; a menudo, lo que creemos no es sino una creencia –errónea– que hemos decidido aceptar como verdad. Es por eso que aquí te aclaramos algunos mitos del ejercicio.
Mito: Es conveniente hacer ejercicio en ayunas
Algunas personas piensan que saltarse el desayuno favorece la pérdida de peso, lo cual no sólo es falso, sino que resulta riesgoso. Hacer ejercicio sin haber ingerido algún alimento, nos pone en riesgo de deshidratarnos o sufrir una baja de azúcar. Es importante darnos el tiempo para desayunar y el espacio para la digestión antes del ejercicio, pues sin la energía proveniente de los alimentos, podemos ponernos en riesgo.
Mito: Entra más sudas, más bajas de peso
Lo único que perdemos al sudar es agua. Utilizar ropas gruesas o fajas para favorecer el sudor no ayuda a perder peso; por el contrario, lo único que podemos conseguir es deshidratarnos o sufrir un golpe de calor. Además, si utilizamos prendas que no dejan salir el calor, también irritamos nuestra piel y no permitimos que se liberen las toxinas. Es necesario que la piel se oxigene, por lo que lo más recomendable es utilizar prendas de algodón.
Mito: Si no duele, no sirve
El ejercicio no debe doler. Debemos sentir el esfuerzo, sí, pero no lastimarnos. Es necesario aprender a diferenciar entre el esfuerzo y cuando estamos llevando a nuestro cuerpo más allá de su límite, ya que corremos el riesgo de lesionarnos.
Es posible que se sienta un ligero dolor en la zona ejercitada unas horas o un par de días después del ejercicio, especialmente cuando no estamos acostumbrados. Pero este dolor es suele desaparecer con el tiempo; si persiste, lo mejor es consultar al médico.
Mito: No hay que tomar agua mientras se hace ejercicio
De hecho es lo contrario. Cuando hacemos ejercicio sudamos y perdemos agua, por lo que necesitamos estar en hidratación constante. Sin embargo, es importante que esta hidratación sea escuchando a nuestro cuerpo, tomar agua cuando tengamos sed. No se trata de tomar como si fuera manda, ya que nos llenaremos de agua y nos sentiremos mal.
Estos son sólo algunos mitos, es necesario conocer para evitar problemas. Ante las dudas, es mejor preguntar a un especialista.
Escrito por: Elena Pedrozo