Queremos darle lo mejor a nuestros hijos, pero no siempre es fácil saber qué es lo mejor. Nadie nos enseña a ser padres y mucho lo aprendemos en el camino. Los consejos también son una excelente herramienta a la que recurrimos, sea desde nuestros conocidos, los expertos certificados o comunidades en internet. Pero lo cierto es que ningún consejo es infalible y a veces, mucho de lo que creemos, no son más que mitos.
Sabemos que nunca está de más pedir un poco de ayuda y para los padres primerizos resulta especialmente reconfortante saber que se puede recurrir a alguien para no sentirse completamente desorientados en cómo ser papás. Sin embargo, a veces se transmiten creencias que más que ayudarnos, pueden perjudicar la relación con nuestros niños.
Teresa García Hubard, maestra en psicología por la UNAM y especialista en psicoterapia de niños, afirma que estas creencias pueden resultar contraproducentes, pues generan barreras en nuestra relación con los niños. En su libro No hay niño malo nos invita a cuestionar estas falsas certezas y verlas como los mitos que son:
- Mito #1. “Disciplinar a los niños es más importante que las expresiones de afecto incondicional –el amor es evidente ¿no?–“. A veces damos por hecho que nuestros niños saben que los queremos y nos preocupamos más por corregirlos, que por entablar un diálogo y empatía.
- Mito #2. “Es necesario disciplinar a los niños al momento”. Educar no es adiestrar y a veces necesitamos tiempo para no actuar de forma precipitada y también necesitamos entender que la educación es un proceso con sus propios tiempos.
- Mito #3. “Los niños se portan mal porque quieren llamar la atención, quieren manipularnos, quieren hacernos enojar o son caprichosos”. Este tipo de creencia sólo nos pone en oposición con nuestros niños y nos desconecta de ellos.
- Mito #4. “Los niños solo aprenden con castigos”. Muchos padres creen que quieren niños obedientes, cuando en realidad debemos aspirar a que nuestros niños sean capaces de entender qué está mal y no simplemente esconderlo de nosotros.
- Mito #5. “Cuando quieres negociar, los niños te toman la medida”. Debemos aprender a confiar en los niños y no tratar de controlarlos.
- Mito #6. “Los niños mienten para salirse con la suya”. Existen muchas razones por las que los niños y los adultos mienten, pero normalmente no se trata de un intento premeditado de engañar.
- Mito #7. “Las emociones de los niños son “infantiles”, no merecen que les demos tanta importancia”. No existen emociones adultas o infantiles, lo que cambia con el tiempo es nuestra madurez para afrontar lo que sentimos. No debemos minimizar lo que nuestros niños sienten.
- Mito #8. “No es necesario explicar todo a los niños, hay muchas cosas de las que no se dan cuenta y no las entienden”. Los niños nos observan todo el tiempo y aprenden del ejemplo, suponer que no se dan cuenta de las cosas es subestimarlos.
- Mito #9. “Son muy pequeños para hablarles de sexualidad”. La sexualidad sigue siendo un tema tabú, pero es mejor que sean los padres los que aborden estos temas con los niños. El problema parece ser la edad, pues los padres temen arruinar la “inocencia” de sus hijos. No hay una edad definitiva y dependerá de cada niño, pero es importante empezar a entablar el dialogo desde que son pequeños, pues la sexualidad empieza desde conocer su cuerpo y darle a cada cosa su nombre. Hay libros que nos pueden ayudar.
- Mito #10. “Hay que evitar a toda costa que nuestros niños sufran”. A ningún padre le gusta ver sufrir a sus niños, pero el dolor es parte de la vida y no debemos instar a nuestros niños a suprimir sus emociones ni creernos malos padres porque lloren.
- Mito #11. “Los papás deben evitar los conflictos entre hermanos”. Los conflictos entre hermanos sucederán, lo importante es que nuestra intervención no sea como juez parcial ni que se sienta que se está favoreciendo a uno sobre otro. Es importante ayudarlos a trabajar en la empatía y que aprendan a resolver mejor sus conflictos.
- Mito #12. “El futuro de mis niños está en mis manos”. La felicidad, integridad moral o el futuro de tus hijos no está completamente en tus manos. Eres su guía y cuenta contigo para orientarlo, pero no tienes control de su vida ni de su futuro y debes ser muy consciente de esto.
García Hubard afirma que afirma que más que los castigos y la posición de autoridad, son el diálogo, la confianza, la empatía y sobre todo el amor, lo que ayudará a formar niños más seguros de sí mismos y felices. No existe una manera correcta de ser papás, pero abrirnos a una comunicación más empática con nuestros pequeños puede hacer una gran diferencia.